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Más allá de los “datos ”: una breve reflexión desde la epidemiología social...
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 89-99 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
y organización de una sociedad, estrechamen- te vinculados con conflictos y relaciones de poder (González, 2000). De acuerdo con Krieger (2002), la epidemiología social fue nombrada de esta manera por primera vez en el idioma inglés en 1950, haciendo referencia al estudio de la distribución de la salud, la enfermedad y el bienestar de los grupos a partir de los determi- nantes sociales.
La epidemiología social se encarga de es- tudiar cómo las diferentes formas de organiza- ción social influyen en el bienestar integral de los individuos, permitiendo con ello, una mayor comprensión del impacto de las desigualdades en el estado de salud de grupos humanos espe- cíficos, gracias a la inclusión de la experiencia social de las poblaciones en la etiología tradi- cional de la salud. De esta manera, se nutre el campo de la epidemiología clásica con pers- pectivas sociales provenientes de la Sociología, la Economía y la Demografía, con el propósito de comprender y analizar el cómo, dónde y por qué las desigualdades sociales afectan la salud de diversos colectivos humanos ( OPS , 2002).
En palabras de González (2000), la epide- miología social busca generar un nuevo tipo de conocimiento que permita “ofrecer alternativas para el cuidado y atención de la salud cuya fina- lidad no sea de carácter paliativo, sino que mo- difique las condiciones de fondo y de estructura que están participando en el comportamiento del problema ” (p.216); abordaje que contempla inevitablemente el análisis y la deconstrucción de las desigualdades legitimadas culturalmente y que justo subyacen a muchos de los principa- les problemas de salud pública mundiales, tales como, las múltiples expresiones de violencia contra las mujeres, la población sexualmente diversa, los niños, las niñas, las personas ado- lescentes, las personas adultas mayores, con discapacidad, migrantes, indígenas, con dife- rente origen étnico, entre otros.
Así, la epidemiología social aspira a mirar a través de la superficie, más allá de las prime- ras coordenadas de lectura asentadas en la di- mensión biológica o estadística, para apreciar el fondo y proponer vías que transformen ese nú- cleo tradicional de interpretación de la realidad. De acuerdo con Kaufman y Mezones-Holguín
(2013), se busca trabajar con dos aspectos, la vigilancia y la investigación etiológica; en la primera se “representan los patrones de la en- fermedad a lo largo de las dimensiones de la distinción social, tales como las tasas o los ries- gos de diferentes desenlaces por categorías de variables como la educación, los ingresos o la etnia ” (p. 544). Por su parte, en la investigación etiológica se contrapone el mundo real frente al hipotético, con el propósito de estimar la re- lación entre el cambio esperado y el resultado, es decir, considerar los efectos sobre variables sociales como programas educativos, ingresos económicos, entre otros.
Para Krieger (2002), algunas de las principales características o principios de la epidemiología social que enriquecen la mera recolección de datos dentro de los sistemas de vigilancia e información, podrían resumirse de la siguiente manera:
Expresión biológica de la desigualdad social: expone como las personas inte- gran durante la vida sus experiencias de desigualdad, tanto económica como social, y cómo estas producen desigual- dades en la salud.
Teoría ecosocial de la distribución de la enfermedad: integra como las condicio- nes sociales de las personas y los pro- cesos biológicos producen la salud de la población.
Derechos humanos y justicia social: reflexiona acerca de cómo el cumpli- miento de los derechos humanos pro- mueve la salud de las personas, pero como también la violación de estos puede afectarla, además de que la justicia social permite reconocer a quiénes beneficia y oprime la desigualdad.
Perspectiva vital: hace referencia a cómo el desarrollo biológico y social de las per- sonas y las condiciones sociales, económi- cas y culturales reflejan el estado de salud de determinados grupos generacionales. Análisis de múltiples niveles: permiten estudiar como las características indi- viduales, contextuales y socioculturales determinan la salud de las personas.