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Andrés Castillo Vargas
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 89-99 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
reconocimiento universal que se ha dado a lo social como elemento básico de análisis en el conocimiento de los problemas de salud y las medidas prácticas resolutorias que al respecto se han tomado.
Resulta pertinente destacar que la prác- tica de la epidemiología social, exige el pasaje de una visión individual a un sentido colectivo de los procesos humanos, cuyos resultados no pueden reducirse a la simple e insuficiente enumeración o clasificación de problemas, sino que debe asumirse un compromiso con el deve- lamiento de las fuerzas económicas, políticas y sociales que determinan el curso de tales pro- blemáticas, es decir, con la visibilización de las desigualdades existentes y el carácter histórica- mente construido de estas.
En dicho contexto, iniciativas como la inclusión de grupos de edad y la diferencia- ción por género en las series estadísticas, si bien, son un buen comienzo —en un intento por ampliar los alcances de los sistemas de vigilancia epidemiológica tradicionales —, no aseguran por sí mismas un manejo no reduc- cionista del dato o de su análisis, en tanto este dependerá de la postura que se asuma en la comprensión de la realidad social y el consi- guiente señalamiento de puntos sensibles que requieran intervención.
En síntesis, estas reflexiones permiten visualizar la importancia de que aquellas perso- nas, instancias o comités encargados del dise- ño, implementación, diseminación y evaluación de los sistemas de información, conozcan a pro- fundidad no solo los requerimientos técnicos que deben ser completados en cada una de las fases de este proceso, sino que además deben contar con información respecto a la trascen- dencia de entrelazar los productos del sistema con la propuesta teórica y metodológica que propone la epidemiología social. Esta última dirección adquiere especial relevancia en los sistemas vinculados con el fenómeno de la vio- lencia, por cuanto la violencia en sus más diver- sas manifestaciones no puede ser comprendida en desapego de los sistemas socioculturales y contextos históricos que le validan y propi- cian; de allí la importancia de ir más allá de los meros datos estadísticos.
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