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La intervención territorial estatal sobre la pobreza en Argentina (2008-2015)
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 101-116 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
ni en las estadísticas, son lugares olvidados por el Estado ” (Juan, comunicación personal, coor- dinador nacional en el mdsn , /05/05/2016).
Pese a que en sus razonamientos y eva- luaciones, los actores estatales reconocen que estas áreas se extienden ampliamente a lo largo del territorio argentino, simultáneamente sos- tienen que la “penetración estatal ” sobre estos espacios requiere un conocimiento específico de la vida social y del conjunto de interacciones que los constituyen como una realidad particu- lar. Así, lo señala un entrevistado miembro del equipo del mdsn , quien trabajó en el “Plan Ahí ” a lo largo de los años que tuvo vigencia:
( …) me parece que vos tenés que tener un conocimiento de la realidad y la única forma que tenés, que lo hemos hecho y que se puede hacer, es con la gente. De otra forma no podés, por más que puedas mirar Google Maps . Yo siempre me acuerdo de una señora que una vez me dijo: ‘mire, nosotros no existimos ni en el Google Maps , y era verdad, fui a googlear la localidad y no estaba ’. No podés construir políticas públicas desde la ingenuidad, desde un manual de las buenas intenciones o desde un lugar de marketing (Operador del mdsn , comuni- cación personal, 05/05/2016).
Sin embargo, esas realidades específicas cuyo conocimiento es puesto en valor, y que solo la permanencia “ahí, en el lugar ” hacía posible, podía referirse tanto a una Villa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a un barrio
18 La cuestión de la penetración estatal se presenta como un elemento recurrente desde los albores de la conformación del Estado Argentino. Así, por ejemplo, Oscar Oszlak da cuenta de que con la instauración del gobierno de Mitre se hace nece- saria una descentralización del control, es decir, “la construcción de una “presencia ” institucional permanente que fuera anticipando y disolvien- do rebeliones interiores y afirmando la suprema autoridad del Estado nacional ” (1982, p.9). Dicha presencia no podía ser solo coercitiva sino también articuladora, consensual, material e ideológica. Lo dicho muestra que, desde la conformación del estado moderno argentino, la penetración estatal se constituye como un problema multifacético.
del Conurbano Bonaerense, a un paraje o a un poblado rural del interior del país al cual solo es posible llegar “cruzando la frontera con Bo- livia y volviendo a entrar ” ; y en algunos casos, incluso, se circunscribe al lugar sobre el que se asienta una comunidad originaria específica. En este sentido, como se verá a continuación, los espacios en los que desde la perspectiva de los actores “falta Estado ” y a los que, por ende, debe aproximarse, revisten una gran heteroge- neidad. En este sentido, ¿cómo se piensa la in- tervención del Estado Nacional sobre territorios diversos entre sí?
LA HETEROGENEIDAD DE LOS TERRITORIOS Y LAS ORIENTACIONES DE LAS INTERVENCIONES ESTATALES
Al respecto, en esta investigación es evidente una diferencia ostensible respecto al modo en que se interpretan y se problematizan los territorios. Por un lado, se encontrarían las áreas rurales del interior del país mientras que, por otro lado, estarían aquellos territorios inscriptos en los conglomerados urbanos de la amBa . En el primer caso, el Estado tendría un grado de “poder infraestructural ” bajo o nulo (Mann, 1997). Es decir, una incapacidad institu- cional del Estado Nacional para penetrar en sus territorios, efectuar intervenciones logísticas e implementar decisiones .
Hay un Estado que “históricamente falta ”, que ha abandonado estos territorios de- bido a una improductividad e inviabilidad eco- nómica que les fue supuesta. Por ende, allí la llegada de la Nación se plantea como un inten- to de “penetrar ” dichos territorios, de acortar distancias geográficas a fin de vincular a la comunidad con el aparato institucional. Esto se
19 Así, lo refirió uno de los entrevistados que trabajó como Coordinador Provincial del mdsn , al relatar los viajes que hacía en el interior del país.
20 En Las fuentes de poder social , Michael Mann (1997) diferencia dos dimensiones del poder esta- tal: el “poder despótico ”, que refiere al poder que poseen las élites estatales sobre la Sociedad Civil y el “poder infraestructural ” que refiere a la capa- cidad de implementación del Estado central. Se trataría no de dos formas de poder sino, antes bien, de una forma que se desdobla en dos.