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Adrián Vergara Heidke
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 165-177 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)
entre ciudadanos y personas con discapacidad. Si bien es cierto que afirma que ambos grupos tienen los mismos derechos, no considera a las personas con discapacidad como parte de la ciudadanía de este país. En el ejemplo 9, otra diputada también enuncia esta separación entre sociedad y personas con discapacidad, sin embargo, se diferencia en que hace un llamado de atención sobre la situación actual, en la que las personas con discapacidad se encuentran excluidas. De esta manera, se afirma que, por un lado, en los dos primeros casos (7 y 8), la exclusión social de las personas con discapaci- dad pareciera una condición de ese grupo, es decir, no una situación temporal y modificable, sino como algo estable y perdurable. Por otro lado, en el ejemplo 9 se hace referencia a una situación actual, la cual podría modificarse si se logra “una eficaz y eficiente inclusión e in- serción de las personas con discapacidad ” (acta nro. 027, p. 56); sin embargo, no son estas las personas llamadas a actuar, sino la sociedad (en la que no están incluidas las personas con discapacidad), por lo que se representa a las personas con discapacidad como no activas y dependientes, aspectos que se desarrollan en el siguiente apartado.
PERSONAS CON DISCAPACIDAD: PERSONAS NO ACTIVAS Y DEPENDIENTES
En estrecha relación con el apartado an- terior, se ha encontrado un componente del discurso sobre la discapacidad que —quizás — corresponda al principal aspecto para lograr una “real ” inclusión de las personas con diver- sidad funcional: la “inmovilidad ” y la depen- dencia de las personas con discapacidad. En distintos pasajes de las actas se encuentran referencias o llamados a autoridades y personas sin discapacidad a actuar para lograr la inclu- sión de este grupo social. Esta postura implica que las personas con discapacidad no pueden hacer nada (actuar) respecto a su propia vida y que dependen de los actos de otros individuos para su desarrollo personal.
Si bien es cierto que, por un lado, hay personas con diversidad funcional que requie- ren de la colaboración de alguna persona para realizar algunas actividades y que, por otro
lado, es necesario que los otros miembros de una sociedad actúen para lograr la inclusión de las personas con discapacidad, no se le debe asignar toda la responsabilidad a las personas sin discapacidad, ya que esto es contrario a la autonomía e independencia que debe haber para una “verdadera ” inclusión. Si los indivi- duos son dependientes, entonces se encuentran en una posición jerárquica inferior respecto de quienes dependen; de esta manera, a priori , la igualdad entre los miembros de una sociedad (si es que se logra cierto grado de inclusión) no puede existir.
(9) ...hago un llamado respetuoso a los señores diputados y diputadas, al sec- tor público y al sector privado, y a la sociedad en su conjunto, en el sentido de que debemos trabajar para una eficaz y eficiente inclusión e inserción de las personas con discapacidad... (acta nro. 027, p. 56).
(10) ...creo fundamental que recapacite- mos y logremos la integración [...] de las personas con discapacidad... (acta nro. 027, p. 58).
Tanto en el ejemplo 9 como en el 10, se hace un llamado a la población sin discapaci- dad para que actúe y logre la inclusión de las personas con discapacidad. Es ese primer grupo el actor y responsable de la inclusión. De esta manera, las personas con discapacidad no son partícipes de ese proceso y dependen del actuar de otros. Estos ejemplos ponen de manifiesto esa representación de inactividad y dependencia propias de las personas con discapacidad. Esto refuerza la “imagen ” de víctima que se constru- ye a partir de la consideración de las deficiencias físicas, mentales, sensoriales e intelectuales como una tragedia. Con estos componentes del discurso sobre la discapacidad, nuevamente, se infravalora a las personas con discapacidad, por cuanto necesitan de otras para vivir y se imposi- bilita su autonomía e independencia.
A pesar de que los textos analizados pertenecen, en general, a un género textual planificado y normado por lo “políticamente