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Ciencia, valores y política en los clásicos de la Sociología

Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 163: 179-188 / 2019 (I). (ISSN: 0482-5276)

establecer una contraposición entre “Sociología científica y “Sociología reformadora ”, encon- trando en Max Weber un representante de la primera y en Marx, Comte o Spencer exponen- tes de la segunda. Según Freund (1986), la So- ciología de Weber:

... supuso un verdadero giro en la historia de esta disciplina, que se convierte en una ciencia positiva y empírica. A pesar de las protestas de fidelidad al espíritu científico [...] las diversas sociologías del siglo xix fueron mucho más doctrina- les que científicas... Tenían, ante todo, la pretensión de modificar la sociedad existente. Más exactamente, estas socio- logías eran más reformas que ciencia. El análisis del ser y de la realidad sólo supo- nía un pretexto que debía aprovechar el deber-ser y servir los planes de la trans- formación social (pp. 14-15).

En efecto, una de las críticas de Weber al marxismo se dirige, entre otras cosas, a su “falta de neutralidad ”, a su carácter “dogmático ”, o a lo que él considera una concepción “normativa ” de la historia, ya sea porque toma partido a favor de la clase obrera, o profetiza sobre la inevitable ruina del capitalismo o porque postula la necesi- dad de la revolución socialista. De este modo, la concepción materialista de la historia, establece preceptos para la acción, cuando a juicio de Weber: “ … jamás puede ser tarea de una ciencia empírica proporcionar normas e ideales obli- gatorios, de los que puedan derivarse preceptos para la práctica (1990c, p. 41). Como lo expresa Raymond Aron (1970):

La sociología de Weber propone una doble negación: Ninguna ciencia podrá indicar a los hombres cómo deben vivir o enseñar a las sociedades cómo deben orga- nizarse. Ninguna ciencia podrá indicar a la humanidad la naturaleza de su futuro. La primera negación lo opone a Durkheim, la segunda a Marx (pp. 250-251).

Para la filosofía weberiana, la ciencia no puede anticipar la naturaleza del futuro —añade Aron porque este no se encuentra

predeterminado y en todo caso, el individuo es libre de rechazar ese determinismo parcial o de adaptarse a él de diferentes modos. En síntesis, para Weber la ciencia no da un conocimiento del deber ni del destino (Aron, 1998).

COMPARACIÓN CON DURKHEIM Y MARX: CIENCIA, MORAL Y POLÍTICA EN OTROS CLÁSICOS DE LA SOCIOLOGÍA

Si se presta atención en las razones por las que Aron dice que esto lo opone a Durkhe- im y a Marx, la comparación es interesante, ya que se trata de los tres clásicos de la Sociología ¿Cómo entendía Durkheim las relaciones entre ciencia y política, y entre ciencia y moral? En primer lugar hay que señalar que su concep- ción del papel del profesor lo ponía al margen de todo compromiso político directo (parti- dario), y de los tres clásicos fue el que estuvo implicado en menor medida a nivel personal en los grandes acontecimientos políticos de su época: casi todas sus obras tienen un carácter puramente académico.

Como bien lo explica el especialista Lukes (1984), Durkheim creía que aunque los investigadores tenían el deber de participar en la vida pública, la actividad política cotidiana en partidos y en el Parlamento, esta participación era dañina para la labor académica. Los inte- lectuales debían ser consejeros y educadores: su influencia debía darse a través de las clases, los libros y la educación popular. El fundador de la Sociología francesa desconfiaba de la polí- tica vulgar como juego superficial de partidos y personalidades, por ello creía que el académico debía abstenerse de tomar parte en campañas y asuntos políticos, excepto que se debatieran grandes cuestiones sociales y que estuvieran amenazados los ideales de la república.

En Las reglas del método sociológico, Durkheim (1984) concluye que la Sociología no debe tomar partido. No será individualista ni comunista ni socialista. Ignorará estas teorías que tienden no a expresar los hechos sino a re- formarlos. Sin embargo, él trató siempre de usar el faro del conocimiento sociológico para arrojar luz sobre cuestiones prácticas, para resolver problemas políticos y sociales (reorganización