Resumen
Las crisis de los años 1929 y 2008, aunque alejadas en el tiempo, coinciden en que ambas pusieron en duda el mundo económico global. En el marco temporal de la crisis económica del 2008, el objetivo de este artículo es entender que esta depresión global se origina en el exceso del volumen comercial provocado por una aceleración continua de la producción. Esto causó un exceso de producción acumulado en los almacenes de las empresas, lo cual indujo a la inestabilidad de la red empresarial en las diferentes naciones como sucedió en países como España. En el caos social causado por el exceso, las empresas apostaron por una serie de políticas conservadoras como el recorte salarial y los despidos masivos que provocaron el endeudamiento crónico de las economías domésticas. Como conclusión, el paulatino crecimiento de la oferta comercial ha configurado un mundo financiero interconectado a través de la desigualdad social desde el empobrecimiento del negocio local en beneficio de las multinacionales. Esto ha fracturado la sociedad global, y por consiguiente, aumentado la incertidumbre de un mundo globalizado muy inestable.