Resumen
Para la sociedad en general, y particularmente para el sistema de salud, en la percepción de la conducta adictiva ha primado el estigma, la discriminación, el rechazo, la agresión y el abandono, producto de la incomprensión sustentada en la enorme brecha entre el conocimiento científico, además del acercamiento basado en prejuicios y falta de información.
El objetivo del presente artículo es sustentar, a partir de la experiencia clínica y el conocimiento científico, las bases clínicas y científicas de la conducta adictiva. Para tal fin se hace un estudio pormenorizado de la evidencia científica que se conjuga con una extensa experiencia clínica. La evidencia demuestra contundentemente que el trastorno adictivo compromete, de manera significativa, múltiples circuitos cerebrales que alteran el funcionamiento cerebral.