Rev. Ciencias Sociales 177 / 2022 (III)
ISSN Impreso: 0482-5276 ISSN ELECTRÓNICO: 2215-2601

Discurso social y Pandemia en Costa Rica. Análisis de la discursividad social entre marzo 2020 y marzo 2021 en el marco de la crisis sanitaria por la pandemia COVID-191

SOCIAL DISCOURSE AND PANDEMIC IN COSTA RICA. ANALYZING THE SOCIAL DISCURSIVITY (MARCH 2020-MARCH 2021) IN THE FRAMEWORK OF THE HEALTH CRISIS DUE TO THE COVID-19 PANDEMIC

Pablo Carballo Chaves*

Tipo de documento: artículo académico

Resumen

Desde marzo del 2020, el mundo se ha enfrentado a la pandemia por Covid-19 lo que ha ameritada una serie de esfuerzos de diferente índole para su atención. En el presente caso, este artículo explora el mundo discursivo apelando al énfasis de discurso social como una forma macro analítica de entender la situación en función de grupos específicos (grupos narrativos) que ejercen fuerza social mediante sus mensajes y alcances; dichos grupos son el gobierno, los expertos y los medios (tradicionales de comunicación). Por medio de una metodología inductiva con centralidad en una técnica de análisis de discurso —acentuando lo social— se realiza una indagatoria sobre los conflictos, problemas, acuerdos, dificultades y sentidos surgidos en el recorrido durante casi 2 años. Se concluye que el discurso social sobre la pandemia afirma y estimula pautas de desigualdad social y acentúa una división de la sociedad costarricense, a partir de un fenómeno casi incomprensible, debido a la alta complejidad del conocimiento epidemiológico y el comportamiento social.

Palabras clave: Discurso * pandemia * crisis * saLUD * Costa Rica

Abstract

Since March 2020 the world has been living in a pandemic status because of Covid-19. This situation has created a context of political and social action to contain it. Research about covid-19 and its consequences has appear in different areas, topics and disciplines. In our case, this article explores the covid-19 situation thru discourse analysis, specifically social discourse, which is a macro analytical framework for doing discourse studies. By using this analytical path, we create narrative groups that give us the possibility to explore the social construction of sense and meaning. The three narrative groups are: government, experts and the media (traditional media). Thru an inductive methodology and using centrally a discourse analysis technic -emphasising the social aspect- the document ponders conflict, arrangement, problems, difficulties and social sense from this 2 years track on covid-19. A central conclusion about social discourse is that confirmed and stimulate social inequality and promotes social division in the country. The covid-19 phenomenon is presented as something almost incomprehensible due to the high complexity process linking epidemiology knowledge and social behaviour.

Keywords: discourse * PANDEMICS * crisis * Health * Costa Rica

* Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica, San Pedro de Montes de Oca, San José, Costa Rica.

carballopablo@gmail.com

Introducción

Desde inicios del 2020, el mundo se ha tenido que ver en las complejas, crudas e inciertas circunstancias de lidiar con una situación de crisis sanitaria de consecuencias amplias. El virus llamado Covid-192 alteró la vida en diferentes dimensiones y ha obligado a realizar una serie de cambios en función de abordar, contener, y en la medida de lo que se puede, superar. Múltiples investigaciones se han venido realizando desde diferentes frentes internacionales, así como en el caso nacional.

El presente artículo es una contribución a la discusión sobre dicha situación desde una perspectiva discursiva, esto es, desde una forma de enfocar la reflexión en las ideas, los significados, los mensajes y la comprensión en el marco de la construcción societal, siguiendo algunas líneas ya desarrolladas en algunos textos que han surgido para explicar la situación (ver Pérez et al., 2021; Perlstein y Verboord, 2021). El primer artículo que dirige la discusión trata sobre la semejanza discursiva presidencial de la pandemia con los abordajes bélicos y la heroicidad (en los países: Francia, España e Italia). En el caso del segundo artículo, se concluye que la relación con acciones políticas asertivas y rápidas permite una mejor relación de credibilidad con la población (los países estudiados fueron europeos nórdicos: Alemania, Países Bajos, Dinamarca y Suecia), además señala que la anticipación de situaciones de polarización de la población es central.

Por su parte, Figueiredo, Devezas, Viera, y Soares, (2020) realizan un estudio psicolingüístico con el programa LIWC 2015 (The Linguistic Inquiry and Word Count) sobre los discursos presidenciales en la pandemia en Alemania, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, España, Italia, Rusia y China. Los autores identifican una baja autenticidad3 en Rusia y China, y alta emocionalidad en Inglaterra, Italia y Estados Unidos, asimismo, España presentan tonos altos de autenticidad.

Los estudios mencionados muestran un complejo escenario de producción investigativa en acción y de interés académico en lo discursivo a nivel global, relacionado con lo que la pandemia está influyendo según la canalización discursiva.

Las dimensiones complejas de la pandemia han marcado diferentes líneas de atención que van desde las directamente político-técnicas, hasta la profundización en el marco de los estudios científicos en dimensiones microbiológicas, así como en la gestión política y social. El presente documento pretende aportar en este último ámbito, con el fin de puntualizar y comprender la discursividad social que fue generándose a lo largo del período de pandemia, según los intervinientes en la producción de mensajes en el caso de Costa Rica. Así, la pregunta generadora consiste en: ¿cómo se reconstruye la discursividad social a partir de los grupos narrativos —gobierno central, expertos y medios de comunicación— intervinientes en la discusión y atención de la pandemia por Covid-19 en Costa Rica?

El cambio tan drástico en la forma de vida de la humanidad debido a la pandemia ha generado marcos de contexto que van desde la incertidumbre, el agravamiento de calidad de vida y los problemas en la estructura económica, aunado a la innovación en campos de investigación científica como entretenimiento, o acelerando procesos que ya existían como el consumo “on-line”. En el transcurso de dicho cambio y de ajustes sociales e individuales, también fueron apareciendo reflexiones y aprendizajes para comprender lo que estaba ocurriendo.

Los siguientes párrafos recapitulan un estado de la cuestión puntual; presentan un panorama de lo que se ha logrado comprender y dar seguimiento, en función de cuatro marcos de conocimiento: un marco científico-técnico sobre la enfermedad, un marco global analítico y un marco general de la atención de la pandemia y uno socioeconómico en Costa Rica.

PRIMER MARCO: científico-técnico

En el área del desarrollo virológico de la enfermedad se observa un hecho llamativo y sobresaliente: desde la comunidad científica (sobre todo localizada en el estudio biológico, microbiológico y asociado también con los temas de cambio climático) era esperable que una pandemia de estas dimensiones apareciera; aún más, era atendible (Davis, 2020). Desde finales de la década de los 90 e inicios del siglo XXI, se ha dado la aparición de brotes de mutaciones de enfermedades, como por ejemplo H2N2 o el H5N1, las cuales han sido encontradas con regularidad en animales, con algunas mutaciones detectadas en personas (zoonosis), lo cual provocó alarmas a inicios de siglo. Sin embargo, la desatención a los consejos científicos4 han marcado en buena medida la impotencia y la desatención a la prevención de la pandemia por Covid-19, según señalan Davis (2020) y otros estudios.5

Sin embargo, el aprendizaje sobre la enfermedad, que había iniciado desde que se estudiaron las cepas anteriores, ha dado como resultado su progresiva atención en diferentes frentes de cura y mitigación. Dos ejemplos de esto son, en primer lugar, el caso del suero equino6 que se desarrolló en la Universidad de Costa Rica. Segundo, a nivel global, el surgimiento de las vacunas por medio de diferentes casas farmacéuticas como Pfizer y AstraZéneca. El proceso de investigación ha dado insumos, poco a poco, para abordar de maneras más efectivas la pandemia, sin embargo, todavía queda mucho por investigar.

SEGUNDO MARCO: global analítico

A pesar de ser este un fenómeno de no más de dos años, se han generado estudios y reflexiones desde diferentes enfoques y regiones. Entre el 2022-2022, se han encontrado trabajos teóricos como Pandemia. La covid-19 estremece al mundo de Slavoj Zizek (2020) y también el texto de Pandemocracia. Una filosofía de la crisis del coronavirus de Daniel Innerarity (2020). De ambos textos se extrae la idea de los peligros de estructuras políticas deficientes a la hora de afrontar problemas de tipo biosocial. Además, incluyen perspectivas sobre incorporar la mirada de la complejidad en los estudios. Por otro lado, indican el peligro de liderazgos populistas, como el caso de Estados Unidos y Brasil con sus respectas figuras, D. Trump y J. Bolsonaro, los cuales han tenido consecuencias lamentables en la gestión de la emergencia (ver Cervi et al., 2021; Fonseca et al., 2021).

En el plano de soluciones o propuestas de política y, sobre todo, de propuestas económicas a nivel mundial se encuentra el trabajo de Fernando Trias de Bes (2020) La solución Nash: la reactivación económica tras el COVID-19. Este autor desarrolla un acercamiento de mirada de teoría de juegos sobre las posibles soluciones a los problemas de desempleo y atención vía el gobierno, así como la interrelación para palear con los efectos económicos provocados por la pandemia. Por su parte, el Centro de Estudios para América Latina (CEPAL) ha desarrollado varias investigaciones asociadas al Covid-19, las cuales estudian afectaciones, reactivación y asumen criterios de igualdad (CEPAL, 2020a). También existen informes oficiales regulares que abordan temáticamente las dificultades producto de la pandemia según niñez, poblaciones afrodescendientes, mujeres, entre otras.7 Un ejemplo significativo para la región es la atención dada a la reactivación económica y la atención a asuntos de turismo, el cual se ha visto fuertemente afectado (CEPAL, 2020b).

En el amplio espectro de la reflexión sobre lo socioeconómico y la salud, vale recordar que se encuentran procesos de desigualdad y problemas sobre el bienestar en el plano de las estructuras globales. Angus Deaton (2015) en El gran Escape, aborda la profundidad de la correlación entre la salud y la desigualdad. Wilkinson y Pickett (2019) en Igualdad. Cómo las sociedades más igualitarias mejoran el bienestar colectivo, dan evidencia empírica comparada a nivel mundial sobre las ventajas sociales de sociedades igualitarias, incluyendo los temas de salud. Para cerrar, está lo señalado por Javier Padilla (2019) ¿A quién vamos a dejar morir? Sanidad Pública, crisis y la importancia de lo político. quien realiza una reflexión amplia sobre los sistemas de salud dentro de discusiones ideológicas y conflicto social. Entre sus conclusiones está la cruda respuesta que debido a la injerencia privada en la acción pública sobre la salud que llevaría a una disminución de derechos y acceso, ampliación de la medicalización de la vida, y de privatización encubierta de la salud y disminución de la calidad de vida.

TERCER MARCO: atención de la pandemia

En Costa Rica, la atención de la población en función de las personas que contrajeron Covid-19 representó retos de diversa índole para el sector de salud y el gobierno en general; a inicios de diciembre de 2021 había un total de 566 000 casos acumulados. Decretos de emergencia y desastre fueron puestos en marcha y se ejecutaron una serie de acciones interinstitucionales según los datos epidemiológicos, los cuales dieron una mejor visualización de la situación8. Entre los datos relevantes está la tasa de letalidad, la cual inició en marzo en 1.75 y para inicios de diciembre de 2021 era de 1.299. La situación durante el período presentó saturación de unidades de cuidados intensivos (UCI) a lo largo de un año y ocho meses aproximadamente; esta empezó a reducirse a partir de octubre de 2021. Los picos de uso de las uci se dieron en mayo y septiembre de 2021 (también coincidiendo con internados generales por Covid-19). Para inicios de diciembre 2021, el total de personas registradas como fallecidas por la enfermedad era de 730010 (Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, 2021).

Para poder controlar la situación, el gobierno aplicó diferentes medidas por medio de sus instituciones (siguiendo varias veces acciones globalmente aplicadas). Dichas medidas incluyeron: restricciones vehiculares, utilización de demarcación de momentos o zonas con mayor infección (semáforos por zonas), así como los protocolos de usos de mascarillas, lavado de manos y distanciamientos social. Además, a inicio del 2021 se empezaron a aplicar las vacunas de Pfizer y AstraZéneca en Costa Rica. Estas se hicieron de forma diferencial, iniciando con personal de riesgo, adultos mayores y progresivamente hacia abajo según edad. Las vacunas se adquirieron por medio del acuerdo/mecanismo COVAX-facility que es el sistema para la distribución de vacunas a nivel mundial y la única vía formal global para la obtención de vacunas11.

Las medidas han venido siendo registradas y evaluadas según su impacto en los casos sobre la pandemia. Los datos del mes de abril de 2021 demuestran que las medidas que más impacto tuvieron sobre la disminución o el control de casos son los protocolos higiénicos, así como la restricción vehicular nocturna (Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, 2021)12. Para ese momento, la vacunación estaba en fase de inicio, por lo que no tenía un impacto alto comparado con otras medidas que ya se venían aplicando desde hace meses.

CUARTO MARCO: socioeconómico en Costa Rica

La proliferación de la pandemia desde febrero y (sobre todo) en marzo de 2020 llevó a tomar medidas de diferente orden, como se indicó, para contener la propagación de la enfermedad que ha tenido profundas repercusiones en la dinámica socioeconómica del mundo. En el caso costarricense, se evidenció una profundización en el desempleo y el subempleo en ese año. Para mayo-junio 2020, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) indicaba alrededor de un 24% de desempleo (hasta el año 2019, la cifra era de alrededor de 11%). Es decir, el aumento muestra un clima preocupante en términos de la calidad de vida y sobrevivencia de las personas, principalmente aquellas ubicadas en los sectores vulnerables de la sociedad.

Para paliar con esta situación, el Gobierno de Costa Rica, vía el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), generó y aplicó (por un tiempo) el denominado “Bono Proteger”13. Este consistía en un estipendio económico individual para lidiar con las consecuencias por las dificultades asociadas al Covid-19. También cabe resaltar que la pobreza pasó de alrededor de 20% (en la que se había estancado por 20 años), a un 26% en un año. Hacia finales del 2021, dichos datos variaron y se vieron situaciones socioeconómicas más favorables, pero igualmente preocupantes. Los porcentajes de pobreza disminuyeron, pasó de 26% a 23% para octubre de 2021.

Esto ha traído un contexto de incertidumbre y malestar social debido a que la debilidad en los temas laborales y de atención a necesidades básicas han crecido mostrando dificultades y desmejorando la calidad de vida de más personas (Estado de la Nación, 2019, 2020). Lo anterior aunado a una crisis fiscal complicada y al crecimiento de la desigualdad social que se viene dando desde hace más de 20 años, ha marcado un coeficiente de Gini en un 0.517 por hogares para el 2021 (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), julio de 2021). Así, la situación de la pandemia agravó las condiciones socioeconómicas y acrecentó notoriamente las problemáticas de la pobreza y de desigualdad social.

Caracterización teórica

Los estudios del discurso están anclados en la discusión teórica actual en diferentes disciplinas y temáticas. El abordaje del discurso tiene una serie de enfoques y variedades analíticas amplias que van desde los estudios del discurso más tradicionales (Casamiglia y Tusón, 2012), el análisis crítico del discurso (acd) (Wodak y Meyer, 2003), la versión sobre lo que se denomina Storytelling (Salmon, 2008), entre otros más específicos y nuevos como el análisis reticular de discurso (Verd, 2019) o los estudios sobre emociones y autenticidad (Figueiredo et al., 2020) que responden a corrientes con uso de programas digitales, las cuales innovan metodológicamente14. De todas las corrientes que se han identificado, se ha optado por aplicar el enfoque que se denomina discurso social (DS) (Carballo, 2020).

Pero antes, centralmente, se propone que el discurso15 es un proceso de construcción de sentido que se desarrolla en el tiempo en determinada sociedad o ámbito. El núcleo de las discusiones sobre el estudio discursivo es comprender el sentido de lo producido, que incluye la reflexión sobre significados. En el fondo: “…en la elaboración de estudios de discurso, en el núcleo de la reflexión se está estudiando el conocimiento con el que la sociedad se va desarrollando y generando cambios dentro del mismo proceso social” (Carballo, 2020, pp. 72-73).

Al considerar la base de lo que el discurso es, y contextualizándolo en el marco de la pandemia por Covid-19 en Costa Rica, se está ante la necesidad de explorar los significados y el conocimiento que se ha producido en los últimos 2 años. Esto lleva a condensar este conocimiento y sus significados con el fin de analizarlo y procesarlo. De ahí que, procediendo con el enfoque analítico, se señala que el tipo de estudio del DS supone lo siguiente: “el discurso social está en la perspectiva de la importancia del contexto, de lo social16. Y es justamente del contexto que surge la pluralidad en narraciones, argumentaciones e intereses” (Carballo, 2020, pp. 74-75). El DS prioriza la interrelación, principalmente, de los grupos sociales que participan de la convivencia socio-política. Así que, cuando se habla de este tipo de enfoque del discurso se está apelando a la existencia de grupos específicos que expresan, por medio de la narración, una posición o sentido. A su vez, dichos grupos interpelan y se ven interpelados por otros grupos (denominados grupos narrativos). Para efectos de la investigación presentada se tienen tres grupos narrativos: a) gobierno; b) especialistas y c) medios de comunicación tradicionales (específicamente prensa).

Cada grupo corresponde con la producción de significados según sus responsabilidades, acciones o su capacidad de generar impacto social. En el caso del grupo narrativo del gobierno (a), ya que su función política formal es el Poder Ejecutivo, tiene una responsabilidad de coordinación pública; además, presenta una narración más unificada que el resto17, ya que se acuerpa bajo tanto una línea de partido, y a su vez bajo preceptos legales específicos.

En el caso del grupo narrativo de expertos (b), si bien no son de la misma área, para esta investigación se agrupan como tal porque tienen dos principios comunes: un entorno académico costarricense, y como resultado de lo anterior, el manejo de evidencia según criterios científicos. Sin embargo, debido a su diferencia en conocimiento científico, más que un grupo articulado como el grupo (a), es un grupo construido por el investigador para estudiar la importancia y el peso comunicativo que han tenido en la presencia pública al abordar la pandemia18.

Por último, el grupo narrativo de medios (c) es también un grupo que no presenta una unidad organizativa, ya que cada uno es una empresa comunicativa por sí misma. Dichos medios están guiados bajo preceptos o enfoques de noticiabilidad y criterios de agenda temática y económica (Wolf, 1994), y que se han visto remodeladas en el marco de adaptaciones y transformaciones al mundo digital (Jarvis, 2015). En este caso, se contemplan los medios tradicionales por tener décadas en circulación nacional. Se decidió darle seguimiento a dos medios costarricenses por un periodo de un año exacto: La Nación y La Extra19, en su formato digital. Es importante tener presente que este grupo narrativo canaliza en buena medida a los grupos a y b, lo que hace que sea un grupo que reconstruye y filtra la comunicación (bajo sus propias líneas editoriales), por lo que tiene un papel central en la producción de la discursividad social.

Los anteriores grupos narrativos se escogen en función de la importancia que tienen en la producción de mensajes e información. A su vez, de cada grupo narrativo se puede extraer componentes específicos que denotan su posicionamiento respecto al fenómeno. Los tres componentes analíticos fundamentales para el abordaje de cada grupo narrativo son: la narración, la argumentación y los intereses20. Para efectos de este artículo, se concentrará en explorar los primeros dos.

Se comprende el concepto de narración como la forma en que se presentan los actores o sujetos que narran el acontecimiento o el fenómeno. Esto quiere decir que, dentro de las formas de presentación, se señala el acontecimiento desde su mirada específica, dando los matices sobre lo que sucede y su rol de participación. “A partir de ubicar los grupos narrativos logramos establecer: en calidad de qué es el papel o rol que cumple en la narración que cuentan -puede ser responsable, víctima, salvador, etc.; metáforas alusivas a su rol, entre otras cosas” (Carballo, 2020, p. 82). La categoría narración es la combinación entre el rol del narrador y sus matices para presentarse en función del problema o fenómeno, incluyendo presentar a los otros (que no son parte del grupo). En términos generales, la narración es un proceso de autopresentación del grupo social utilizando un acontecimiento, fenómeno o evento, en este caso el contexto pandémico por Covid-19.

En el caso del proceso de argumentación se está hablando de generar ideas o elementos que tienen una lógica específica, puede ser una lógica que va desde lo científico deductivo o inductivo, hasta lógicas o sentidos que pasan por paradigmas de corte religioso, filosófico, o algún otro. Y, además, el proceso de argumentación se da en el tono de la crítica y la discusión pública sobre posturas, formas, acciones críticas y problemas o soluciones.

El acto mismo de poner en el entorno público un argumento para cuestionar o criticar está mostrando un conflicto que entronca con el primer concepto básico del discurso, el conocimiento o el saber. Y del conocimiento se generan tanto relaciones de poder, como enfrentamientos de conocimientos o luchas por el poder. Argumentar es luchar (Carballo, 2020, pp. 83-84).

Esto lleva a afirmar que la categoría de argumentación permite ver las diferencias, críticas, así como un mapa de conocimiento específico que termina por ser activo en la producción de sentido social.

Metodología de investigación

Con el fin de abordar y profundizar la reflexión sobre los estudios discursivos se optó por establecer una centralidad de análisis sobre un enfoque cualitativo (Ragin, 2007) que permita captar elementos específicos de cualidades, relaciones o intenciones de dichos discursos, así como explorar las líneas de coincidencias y diferencias entre ellas. La perspectiva sigue una línea inductiva al apelar al despliegue empírico y yendo hacia aseveraciones teórico-generales (Sayago, 2014), por lo que se generan resultados interpretativos hacia cierta generalidad analítica. Asimismo, es una investigación que está ubicada entre la exploración y un acercamiento a propuestas explicativas.

Se aplicaron tres técnicas para la consecución de fuentes de información. La primera técnica aplicada fue una entrevista estructurada (desarrollada por Ragin, 2007, y Taylor y Bogdan, 2010) para captar puntos medulares temáticos sobre lo que se realizó y se está realizando en la atención a la pandemia21. Dicha técnica se aplicó con diferentes personas funcionarias y expertas en el país en diferentes áreas que incumben la temática de la crisis por covid-19. Todas las entrevistas fueron hechas vía la plataforma Zoom con la autorización de cada persona para ser grabadas (visual y en audio) y precisó de entre 30- 45 minutos, según conveniencia y agenda de las personas.

La segunda técnica fue un sondeo de noticias desde marzo del 2020 hasta marzo del 2021, con el fin de explorar la información producida en los medios seleccionados con respecto al seguimiento a la pandemia y su abordaje desde las instancias correspondientes, entre otros asuntos de interés y relacionados. Se escogieron los medios escritos: La Nación y La Extra, por ser de consulta regular y de influencia social significativa en la sociedad22. La construcción de la base de datos se hizo a partir de las páginas digitales de ambos medios23. Los tres criterios de selección de las noticias para la base de datos, más allá de corresponder con el periodo de estudio y los medios indicados, fueron: 1. que abordaran la temática de la pandemia; 2. que abarcaran diferentes meses del periodo estimado de estudio, y 3. que comentaran o incluyeran elementos alusivos a los grupos narrativos indicados en la teoría. Respecto a este último criterio, las noticias recopiladas representan una doble situación. Por un lado, constituyen el grupo narrativo (c) (medios de comunicación) y, a su vez, abordan los otros dos, de ahí su importancia de tener presente el estudio de medios en las reflexiones discursivas.

La última técnica y central-articuladora que sostiene el abordaje metodológico de fondo es el ds (Carballo, 2020)24. Dicha técnica25 ordena por grupos narrativos diferentes líneas argumentativas. Al final del proceso, pone a dialogar las diferentes narraciones con el objeto de extraer conclusiones interpretativas sobre la mirada social (no la individual o institucional) de lo que se denomina discurso. La técnica ordena por grupos lo producido y expuesto para identificar líneas pormenorizadas basándose principalmente en criterios: A. lo narrativo (posiciones, énfasis, etc.), B. lo argumentativo (lógicas, asociaciones, ideologías) y C. los intereses (programa político evidente o encubierto)26.

Los grupos que se han establecido para realizar el estudio desde el ds han sido tres: A) el grupo narrativo de Gobierno (Gobierno Central, incluidos sus Ministerios e Instituciones asociadas) —GOBIERNO CR—; B) un grupo de expertos que han tenido participación en el debate público al aparecer en medios de comunicación —EXPERTOS CR—; y C. los medios de comunicación27 —MEDIOS CR—. Como se indicó en la sección teórica, se han seleccionado estos tres grupos por las siguientes razones: en el caso del gobierno, es el principal responsable de abordar la situación, el grupo de expertos por ofrecer un marco general de conocimiento especializado, y además haber incursionado con fuerza en el debate público, y los medios de comunicación por su influencia social cotidiana, así como por canalizar las propuestas de los dos grupos anteriores28. La composición de las fuentes por cada grupo se puede ver en la tabla 1.

Toda la información fue procesada en el software atlas.ti versión 7. En dicho programa se generaron códigos para comprender la información tanto por grupo narrativo como por las categorías señaladas: narración y argumento. A continuación, se detalla la forma en que se gestaron los códigos por cada categoría.

Dicho programa permite la integralidad de la información, haciendo los códigos transversales a las fuentes y a las modalidades de las fuentes (video-entrevistas y las noticias). Se construyó una base de datos unificada con toda la información que permite manejar diferencialmente la información por fuente. Para este documento se procedió con una primera fase de segmentación de la información por grupo narrativo, con una segunda fase de contraste que analizaba combinaciones de los grupos.

Análisis de resultado por grupo narrativo

En el siguiente abordaje analítico se desarrollará la descomposición por grupos narrativos para que sea más clara la guía de discusión. A partir de la codificación de las entrevistas y de los medios de comunicación se construyen y presentan ideas guía para poder comprender la construcción discursiva. Se procederá a precisar por cada grupo lo medular de sus énfasis narrativos y su centro argumentativo más evidente. Una vez realizado esto, se presentará un punto central que resuma y focalice lo medular de cada grupo narrativo para retomarlo en las conclusiones y construir el discurso social tomando en cuenta dichos puntos centrales.

Tabla 1
Organización de fuentes de información según grupo narrativo

Fuente: Elaboración propia.

A. Grupo narrativo/GOBIERNO CR

Como se indicó, el grupo narrativo de gobierno tiene una articulación mucho más profunda debido a que son, en primera instancia, parte de un partido político (para el período de estudio era el Partido Acción Ciudadana) y tiene una línea, ya sea ideológica o práctica, según las funciones del cargo. Esto último asociado a las competencias formales y legales que corresponden con los puestos. Así, el grupo narrativo de gobierno para esta investigación está constituido por la Presidencia, el Ministerio de Salud y las Instituciones Autónomas: la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) (en relación con el ministerio de Salud) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS)29. Aunque no se tuvo acceso a todas las instituciones que abordaron en alguna medida la contención de la pandemia.

Narración: los elementos de rol centrales para este grupo narrativo se concentran en destacar, primero, el factor de incertidumbre frente a lo que una pandemia significa en términos de la atención: la incertidumbre como base narrativa. Las personas entrevistadas en función de sus cargos: el Ministro de Salud, el Director de la CCSS y el Presidente de la CNE señalaron que la situación representaba un reto, ya que no había precedentes recientes de este tipo de situación30. El segundo punto de autopresentación como Gobierno es comentar que sí había protocolos existentes (diferenciados de los protocolos por salud propios por Covid-19) para enfrentar circunstancias de emergencias y catástrofes. Tales protocolos fueron aplicados de manera casi inmediata, incluso antes de que la misma OMS (Organización de las Naciones Unidas para la Salud) estableciera el rango de pandemia. Este fue el caso de la activación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo a finales de enero de 2020 como indicó Alexander Solís, Presidente de la CNE (A. Solís, comunicación personal, 11 de noviembre de 2021).

El mismo Solís señaló que durante todo febrero de 2020 se abocaron a la creación de lineamientos y protocolos para aplicar desde marzo de 2020. Así, a nivel de Gobierno se resalta una centralidad de responsabilidad y acciones sólidas en conjunto con la lógica de alianzas institucionales para el inicio de la atención de la pandemia en los meses que van de marzo a junio del 2020 —ya que a partir de julio 2020 se empezó a resquebrajar la contención de la pandemia—. Esto se puede resumir en la noción de una capacidad institucional comprobada.

El tercer punto que se resalta es el personal de alta preparación que tiene el sector salud en Costa Rica, lo cual generó la idea, sobre todo inicialmente, de la posibilidad de una contención continua. Sin embargo, con el tiempo, se vio que las diferentes olas de la pandemia fueron intensas, incluso, para un sistema de salud como el costarricense. Tanto Daniel Salas, Ministro de Salud (D. Salas, comunicación personal, 6 de octubre de 2021), como Román Macaya, Presidente de la CCSS (R. Macaya, comunicación personal, 5 de octubre de 2021), hicieron mucho énfasis en la capacidad del personal del sistema de salud, así como su desgaste, punto medular en la presentación de la atención como un sector capaz y de valentía extrema, lo cual se puede denominar como personal heroico. El cuarto punto que se indica como parte de la visualización del gobierno, sobre todo de la dupla Ministerio de Salud-CCSS, es que nunca se había escrutado tanto bajo la mirada pública su funcionamiento. Así, dentro del miedo y la inseguridad por la situación se ve de manera más inquisitiva a las instituciones buscando que no tengan fallas y que atiendan la emergencia de manera notable y eficiente: la sobre exposición a la mirada pública.

Argumentos: en esta categoría se encontró que los tres representantes públicos entrevistados hacen énfasis en los criterios técnico-científico e institucional. Los paradigmas argumentales serían entonces la institucionalidad y la ciencia. Las medidas aplicadas según todos los entrevistados de este grupo señalan que los protocolos han mejorado la situación, de los cuales se puede señalar los protocolos higiénicos como muy exitosos, ya que han estado presentes desde el principio, seguido de las restricciones vehiculares de todo tipo que fueron variando de mes a mes y, en ocasiones, de semana a semana31.

A pesar a que tomó un tiempo definir por completo dichos protocolos, ya que como indicó el ministro de Salud, el Dr. Daniel Salas, se dio “una curva de aprendizaje” a medida que se iba conociendo y entendiendo la sintomatología y la enfermedad en sí, con los diferentes estudios que mostraban correlaciones de incidencia sobre la reducción de casos32. Se suma a la institucionalidad una idea que conecta con la narrativa de autopresentación que es la ejemplaridad costarricense (Molina, 2015). Esto es, una particularidad positiva de la forma de hacer las cosas en el país. Así, dentro del criterio institucional se resaltó entonces la noción de ejemplo valioso que generaba la idea de saber qué hacer, lo cual reafirma una idea de fomentar o proponer que, pese a que hay incertidumbre, el país puede afrontar la situación. Además, se hacía continuamente énfasis sobre la responsabilidad individual: se mostraba una institucionalidad fuerte, a la vez que se hacía un llamado a la racionalidad individual. Se puntualiza entonces que la institucionalidad es un punto de seguridad mínima a la cual apelar.

También, Solís (CNE) señaló un punto relevante respecto a la forma de atender la emergencia, que consiste en que: “las fases están entremezcladas”. A diferencia de las otras emergencias que se atienden, en el caso de la pandemia, por la naturaleza tan compleja, no hay una lógica marcada de etapas. No hay una forma lineal de atender la pandemia, como sí se podría hablar de un evento como un terremoto (sismo fuerte), inundaciones, etc. Así, el criterio de argumento por etapa ha virado hacia una recomposición de interetapas donde, además de estar mezcladas, no necesariamente se superan en un tiempo específico. Por tanto, los lineamientos de atención de emergencias tenían un límite de aplicación y contención. Se puede interpretar entonces que la pandemia no es una catástrofe lineal.

Punto central: unificando los cuatro puntos de autopresentación para entender la construcción narrativa, y sumando los aprendizajes argumentativos, se encuentra en marcar el esfuerzo profesional consistente y en la medida de lo posible, bien ejecutado, de los protocolos y las acciones, incluso resaltando para inicios de la pandemia lo que se podría llamar una acción ejemplar en los primeros 3 meses del 2020. La fuerza narrativa del Gobierno estuvo concentrada en la capacidad operativa del sector salud, donde la CCSS ocupa la atención histórica de las personas, y que, en un momento de crisis sanitaria, todas las demás instituciones al formar parte de la acción pública son puestas a revisión y crítica pública como pocas veces sucede.

El temor y la necesidad de respuestas ante la incertidumbre llevó al Gobierno a asegurar, reafirmar y sobreexponerse, con el fin de transmitir la idea de que se sabe lo que se hace, pese a que se juega con una base de incertidumbre. Ante la amenaza recalcada a nivel mundial, además de la puesta en acción de la gestión institucional, se desarrolló una gestión comunicativa constante y masiva, que fue desde enunciación de protocolos regulares, hasta la presentación de las instituciones en conjunto vía los comunicados de prensa diarios que generaban una noción de peso/presión institucional.

B. Grupo narrativo/EXPERTOS CR

Como se comentó, el grupo narrativo de expertos está conformado por especialistas de diferente denominación: biólogos, analistas de datos, virólogos, médicos, etc. Los unifica su expertise científica, además de haber figurado como voces públicas en la atención y comprensión de la pandemia. A partir de una lectura analítica se han precisado los puntos comunes que todas las personas expertas han señalado en función del abordaje de la pandemia.

Narración: el primer punto a destacar es que se trata de una situación que debe ser guiada por expertos. A pesar de ser una experiencia social nueva, existen recursos técnico-científicos que permiten una mejor atención del fenómeno. No es una cuestión del todo intratable; se requiere la fuerza científica para que la política proceda de manera eficiente. El Dr. Tomas de Camino hacía alusión primero a que “se sectorizó muy rápido y se cerró la ayuda de cualquier otro lado”, de otros expertos y que el recurso de la institucionalidad de salubridad existente no era sufriente para este tipo de situación (de Camino, comunicación personal, 29 de septiembre de 2022), pese a que el epidemiólogo M.Sc. Juan José Romero señaló que para los primero 4 meses “se tuvo la mejor respuesta institucional posible” (Romero, comunicación personal, 26 de octubre de 2021). Además, de Camino señaló que personas no expertas eran tomadas en consideración según una palestra pública mediática internacional, como el uso de lo llamado “la danza y el martillo”33, lo que dificultaba la comprensión misma del fenómeno que el mismo Dr. de Camino recalcó como complejo en su desarrollo34.

El primer elemento de autopresentación es que “el momento del experto ha llegado”. El segundo punto importante de comentar es que la ciencia se ha topado con la política, en sentido estricto, una política actual en Costa Rica marcada por una historicidad reciente de malestar social y distancia respecto al liderazgo político, y en alguna medida también distanciada de los cánones científicos.

Por un lado, se da un reconocimiento a la labor y al éxito de la gestión sanitaria (principalmente localizada en la CCSS) pero, al estar en vínculo constate con presidencia, y existir esa desafección con presidencia por el pasado turbulento de esta administración desde 201835, ha tenido una buena parte de la población en disonancia con el manejo colectivo de la pandemia. Así, se tiene una sociedad en alguna medida que no apreció los esfuerzos institucionales como indica la Dra. Eugenia Corrales —Viróloga— (sobre todo en el año 2021), pese a lo hecho y logrado en un primer período 2020 (Corrales, comunicación personal, 4 de octubre de 2021). Debido en parte, a esa desafección con la legitimidad política, así también por las correcciones y los ajustes constantes de los protocolos de salud; es decir, el proceso de politización de la pandemia empeoró el escenario. La autopresentación experta, pese a las críticas, reconoce el esfuerzo y los logros, pero ve a la sociedad (o parte de la sociedad) desvinculada del alcance colectivo: una parte de la sociedad parcialmente desconectada del esfuerzo común.

Argumentos: la ciencia es la base paradigmática de prácticamente todas las personas expertas consultadas. El rango de experto o experta en un área temática del conocimiento hace que sus valoraciones estén asociadas a un conocimiento expresado en reconocimiento del valor de sus posiciones, sin querer decir que es absoluto. El primer rango argumental es entonces: el manejo empírico y su capacidad comprensiva. También aparece otro argumento importante en función de la atención de la pandemia por parte del Gobierno. Todos y todas sin excepción señalaron una deficiente (“fatal”) estrategia de comunicación por parte del gobierno. Esta apreciación surgió aseverada fuertemente por el grupo narrativo de expertos, quienes señalan que hay una estrategia comunicacional confusa.

La Dra. Eugenia Corrales lo resume así, el mayor reto fue: “el comunicar y el educar…”, incluso agregando que “tampoco es responsabilidad de nosotros como científicos tratar de desmentir toda la desinformación y además no podríamos”. La comunicación fue un campo de batalla argumentativo y simbólico, donde la desinformación es recalcada como un factor complejo y sumamente perjudicial. Además, el presidente del Colegio de Médicos, el Dr. Mauricio Guardia, señaló que el Gobierno no ejecutó una comunicación clara de lo que hacía la vacuna en términos de contagio y afectación (Guardia, comunicación personal, 14 de octubre de 2021). El M.Sc. Gómez también señaló que las conferencias de prensa diarias “pintaba[n] escenarios muy pesimistas”, sobre todo en énfasis de la muerte de personas. Asimismo, señaló que se usaron medidas “muy extremistas” para el momento epidemiológico en que se encontraba (Gómez, comunicación personal, 30 de septiembre de 2021).

El segundo punto a resaltar como argumento crítico sobre la atención consiste en indicar “la des-comunicación de la comunicación”. En un plano contextual, la pandemia fue un trampolín para ciertos sectores como el empresarial. El Dr. David Diaz señaló que se utilizó la pandemia “para legitimar actos que tenían consecuencias en el sector público”36; además, señaló que, “el sacrificio debía ser de los empleados públicos” (Díaz, comunicación personal, 8 de octubre de 2021). Esto lleva a establecer que hay una “sobre-responsabilización”, siempre en el marco de acentuar una fractura discursiva ya presente que es la batalla entre el empleado público y el empleado privado.

Por último, un argumento crítico fue las consecuencias sobre el peso educativo que tuvo la suspensión de los ciclos lectivos de manera presencial y activación de la virtualidad. Las personas expertas vieron esta medida como inicialmente positiva para controlar la propagación. Sin embargo, la continuidad en modalidad virtual (sobre todo en los niveles infantil, primaria y secundaria) terminó por acrecentar la problemática de la educación pública37. La argumentación sobre este punto radica en establecer que “la educación está quebrada”. Esto vincula dos aspectos, la desigualdad creciente que se está dando en Costa Rica y la dificultad de acceder al conocimiento crítico-científico de futuras generaciones.

Punto central: del grupo narrativo experto se señaló que desde la comunicación del gobierno se dio la impresión de que había una bipolaridad en términos de la presentación de la enfermedad. Como decía la Dra. Corrales, se veía la enfermedad dicotómicamente “o un resfriadito o muerte”, es decir, debido a que la enfermedad tenía un rango sintomatológico tan amplio, las miradas polares permearon la construcción comunicacional, y el rango intermedio de todas las consecuencias a mediano/largo plazo quedó subsumido en la intención de crear un peso institucional que evitara las muertes, y al mismo tiempo, decir que la enfermedad no tiene la letalidad de otras enfermedades.

El demostrar dos dimensiones, casi desconectadas de la misma enfermedad, pueden hacer pensar en una improvisación o en una farsa, o incluso en una desconfianza. Todo esto llevó a lo que el Dr. del Camino señaló como una anomia38 por parte de la población frente a lo que valoraba como incoherencia. Si se suma el cansancio progresivo indicado por el M.Sc. Romero y el desconocimiento científico apoyado en desinformación constante, todo esto terminó por quebrar la confianza inicial institucional y fragmentar las opiniones y el acatamiento de protocolos. Más aún al valorar la dificultad que las niñas, los niños y adolescentes están experimentando en sus procesos educativos, sumado a las dinámicas económicas que se vieron muy afectadas sobre todo durante el año 2020. Al final, la suma de sobreinformación de diferente tipo creó entornos aún más inciertos. Esto, a su vez, fomenta estrategias de resguardo psicológicas y emocionales diversas, así como una cierta quiebra en la discursividad nacional sobre la institucionalidad coherente y fuerte.

C. Grupo narrativo/MEDIOS CR

Si bien, el mundo mediático de cualquier país es amplio, conformado por diferentes medios con modalidades mediáticas distintes (radio, televisión, prensa y el escenario de redes sociales actual39), se ha optado por acudir a conformar el grupo narrativo a partir de los dos medios de prensa más recurrentes en la historia contemporánea del país: La Nación y La Extra. Por tanto, se reconoce que el grupo narrativo está reducido y puntualizado. Por tanto, se reconoce que el grupo narrativo está reducido y puntualizado. Ambos medios tienen un peso fuerte en la producción de sentidos y percepción social de la sociedad costarricense. De la base de datos se han seleccionado ejemplos paradigmáticos para construir el análisis de resultados de este grupo específico, ya que la información era amplia y segmentado por diferentes códigos y categorías. Sobre todo, se apeló a titulares de noticias, debido a que recalcan una centralidad discursiva40.

Narración: en el marco de la pandemia, revisando el seguimiento de los medios seleccionados, se encuentran líneas específicas de cómo presentarse como fuente noticiosa en función del evento. En el caso de La Nación, este apeló en su tónica a una postura institucional respecto al proceso de atención desde el plano de los responsables formales. Si bien, la cantidad de información que produce el medio es diaria y constante, del registro se señala como autopresentación del medio en que se sostiene en los contornos de la institución y la ciencia. Este primer rango narrativo está sobre su presentación como “medio riguroso responsable”. El segundo punto es presentar la disputa clásica que ha caracterizado al medio desde su fundación: el conflicto político y económico. En este caso se ha presentado regularmente la confrontación entre gobierno y empresarios en el marco de la pandemia, como, por ejemplo, con el titular: “Presidente a Uccaep: ´Asustando no van a conseguir nada´” (Sequeira, 1 de agosto de 2020), y con una nota más adelante titulada “Cámaras prevén trabas para la reactivación. Critican que peso de medidas recaiga sobre empresas y ciudadanos” (Barquero, 18 de septiembre de 2020). Este ejemplo es sintomático de marcar la pugna por las restricciones y el sector empresarial. A este segundo factor de presentación se denomina “la dicotomía política salud/economía”.

Con respecto a la posición y el desarrollo de autopresentación de La Extra se tiene una menor construcción institucional. En su lugar, propone una visión popular y acentúa noticias de carácter victimista sobre la población. Además, rescata una lógica sensacionalista para cuestionar, deslegitimar y disminuir la capacidad gubernamental en función de figuras diferentes, como es el caso de un dirigente empresarial: “Logré en 5 horas lo que el gobierno no pudo en 15 días”41 (Siu, 17 de octubre de 2020), frase ubicada en un titular según lo expresado por Álvaro Jenkins (presidente de la Uccaep). En términos generales, La Extra establece una autopresentación antigobierno: “el pueblo hecho periódico”. Incluso, mostró una serie regular de noticias que continuamente ponían en dudas los protocolos desde las instancias de salud.

Argumentos: la lógica argumentativa que tuvo La Nación en su cobertura de la pandemia fue una continuidad en datos oficiales, sobre todo estadísticos, dando seguimiento a diferentes vertientes de lo que produce la emergencia, ubicándose en el tema salud desde un lugar científico. Un ejemplo es un titular a partir de una frase de un virólogo: “Gobierno no nos está castigando, nos está protegiendo” (Ávalos, 5 de abril de 2020). Este medio se reafirma en el marco de comprender la pandemia como “un difusor de la expertise científica”. Además de este proceso de seguimiento, se dieron cuestionamientos sobre el desempeño de lo que se denominaron los “Bonos Proteger” para personas en vulnerabilidad por la pandemia. Es decir, el cuestionamiento sobre la gestión política es parte de la razón de existencia del medio, reafirmando como ya es conocido la lógica de teoría de “perro guardián”42 en comunicación política (desde una postura liberal). Mantiene, como se vio en la narración, la voz empresarial: “Empresarios piden a Alvarado ´eliminar acoso tributario´” (Artavia, 9 de junio de 2020) en tono de afectación o fuerza social, dependiendo del enfoque noticioso. Así, en el marco de la crisis sanitaria, La Nación es un “perro sanitario”, en el sentido de que vigila el orden sanitario y el orden liberal en medio de la pandemia.

La Extra tiene una argumentación más frontal en términos de su puesta en escena mediática; el gobierno es plasmado como un agresor del pueblo. Son más que un perro guardián en el sentido liberal, son un medio que expresa un conflicto irresoluble entre institución y “pueblo”. Llamaron a las medidas “martillazos”, aludiendo a la idea de golpes. La noticia titulada “Economía no aguanta un tercer martillazo” (Siu, 11 de junio de 2020) lo recalca. La pandemia fue una oportunidad para acentuar la idea de un gobierno opresor; su argumentación central es populista (Judis, 2018) en el punto de un grupo élite (gobierno) que atenta contra la población. Argumentos que van sobre “un lenguaje populista”43. La presencia del tema institucional era encapsulado y minorizado en función de las consecuencias, sobre todo en el énfasis restrictivo. Es importante indicar también lo cortas que son las noticias de La Extra, esto hace pensar que el efecto discursivo está sobre lo panfletario y la canalización de las emociones sobre la construcción de malestar44.

Punto central: como se indicó, no hay una unicidad estricta en términos de los medios escogidos (y faltando otros que tratar). Sin embargo, de lo señalado se puede extraer un aprendizaje valioso para comprender el papel que los medios, localizados según la producción de prensa que se ramifica después en otros medios (Saperas, 1987)45. La información sobre la pandemia está expuesta en dos conflictos ya normalizados en la estructura mediática costarricense: el choque gobierno contra empresa y el choque de gobierno contra “el pueblo”.

Así, La Nación es el principal canalizador del primer choque; La Extra, del segundo. Por tanto, mediáticamente hablando, el Gobierno tiene dos opositores, un empresariado, y un “pueblo”, lo que a nivel del análisis de prensa se establece como un juego de alianzas que se hacen y deshacen entre este tridente Gobierno, empresarios, pueblo, casi a un nivel de facciones. Un ejemplo de este juego de alianzas móviles está localizado, primero en el titular ya indicado: “Logré en 5 horas lo que el gobierno no pudo en 15 días” de La Extra que habla de una alianza empresarios-“pueblo”, frente al gobierno; y luego, en otro titular, del mismo día, otra alianza entre Gobierno-Empresas, frente al “pueblo”, pero esta vez en La Nación: “Cámaras empresariales repudian el acuerdo” (Lara, 17 de octubre de 2020)46 desacreditando lo señalado por La Extra. Dicho lo anterior, se está ante una producción mediática a tres puntas, cuasi lectura de clases sociales —más desde una lectura Weberiana que Marxista47—, donde la producción del grupo narrativo mediático estimula más una dinámica de conflicto por la sectorización tripartita, que, por otra lógica, como lo sería el consenso.

Conclusiones interpretativas.

Una vez condensado el análisis por grupo narrativo, se procede a generar una reconstrucción del discurso social recordando que este es una unificación explicativa de la interrelación de los tres grupos con el fin de comprender a la sociedad. Como indican Herzog y Ruiz (2019), el discurso (y a su vez el discurso social) es un síntoma de lo societal, de ahí que estos tres puntos siguientes son una aproximación a la comprensión de la sociedad costarricense en su dinámica, tensiones y desarrollos, según el contexto de la pandemia y los actores/grupos que participan en ella.

La primera reflexión conclusiva radica en reconocer que el “peso institucional” planteado para controlar la pandemia fue inicialmente eficiente, lo que hizo que el gobierno inicialmente tuviera una legitimidad social fuerte para la toma de acciones, muy al hilo de lo que planteaban Perlstein y Verboord (2021) para países con índices de confianza institucional como Alemania o Países Bajos. Sin embargo, generó un sobrepeso en la convivencia social en el tiempo, leída desigualmente entre los ciudadanos, entendidos estos como grupos según sea gobierno, empresas o “pueblo”. Es decir, entre la “sobreexposición a la mirada pública” del grupo narrativo de gobierno y el grupo narrativo de medios (que filtran la información asumiendo su nueva cara de “perro sanitario”), mientras el gobierno señalaba logros en la atención de la pandemia los primeros 3 a 4 meses no se notaban fisuras marcadas.

Una vez que la pandemia incrementó casos y las medidas se acrecentaron, se empezó a fracturar la idea de unidad de éxito y de cohesión en la atención. La codificación mediática según tres grupos sociales —Gobierno (asimilado como empleado público48), empresa, y “pueblo”— en dinámicas de alianzas esporádicas hizo que hacia el final del año 2020, la idea de trabajo en equipo no se pueda reafirmar. La lectura de la pandemia giró hacia una idea de salud versus economía, marcando la forma de comprender el fenómeno como dicotómica y con una dinámica de bandos, bajo rasgos mediáticos de “lenguaje populista”. El discurso social evidenció las marcadas concepciones de desigualdad y la forma de vivir la pandemia sectariamente, según las condiciones de desigualdad y asumiendo marcadamente una desconfianza del “otro” grupo o grupos. Declarando que “los otros” no realizan ni sacrificios, ni concesiones, y asumiendo por grupo una centralidad, bajo lo que se podría llamar una posición de sobrevivencia egoísta49, que recalcaba sobre los demás una “sobre-responsabilidad”. En otras palabras, la desconfianza intragrupo marcó, a partir de los meses de julio y agosto, una cierta tónica de lectura de tribu50. El Dr. Diaz enfatizó un análisis general bajo la idea que “el tejido social se mantenga unido”, debido a que se expresa una situación de división siguiendo lo que se ha venido comentando.

La segunda reflexión que comprende el discurso social encamina a analizar la interrelación entre expertos y el gobierno. Si bien, la institucionalidad es uno de los puntos fuertes costarricenses, el peso de la constancia de restricciones por más de un año generó un cansancio y un estímulo sobre condiciones anómicas, que se evidenciarían en la presencia de “una educación que está quebrada”. Esto lleva a poner en riesgo el manejo y el control del desarrollo de la pandemia al incrementarse el malestar no solo actual, sino las expectativas a futuro. Por un lado, se está con una credibilidad institucional sanitaria; sin embargo, el desgaste social y emocional llevó progresivamente a faltar con el cumplimiento de normas. Tres factores incentivaron este punto anómico. En primer lugar, como señalaron varios expertos, cierta debilidad en la aplicación de las normas por parte del cuerpo policial. En segundo lugar, la producción narrativa de los medios propiciando una visión de conflicto entre la institucionalidad y el “pueblo”. Esto mostró que durante la pandemia se daba un reto de aplicación de la institucionalidad para atender a la pandemia mientras era necesario defender o promover narrativamente la importancia de las instituciones públicas bajo desconfianza de sectores de la población y bajo amenaza por la narración empresarial.

Y, en tercer lugar, al ser esta pandemia una catástrofe de características no lineales —la pandemia no es una catástrofe lineal—, como señalaba el presidente de la CNE, hacía difícil de comprender para la población acostumbrada a procesos de linealidad de emergencias y de procesos institucionales igualmente lineales en la costumbre burocráticas. Si se suma el desconocimiento científico, tanto a nivel epidemiológico junto con la atención de emergencias, el coctel de información era complejo51 de procesar y extenuante de seguir.

De esta manera, se tiene así un peso institucional, un peso científico y un peso mediático que pudo haber sido demasiado para muchas personas, creando además de un cansancio y un auto relajamiento, ya que una sociedad de consumo y una sociedad donde el entretenimiento marca mucho de la pauta de vida, al restringirse ambas, incrementó situaciones de frustración social. En otras palabras, había demasiada necesidad de pensamiento, autocontención y sacrificiales, con poco espacio de esparcimiento y recreación en un contexto donde no hay claridad de final del túnel, precisamente por no ser lineal. Todo está mezclado, y por eso la construcción de guías de vida, aunque sean momentáneas se hacían muy erráticas.

Para terminar, es importante tener en cuenta dos elementos de contexto que tienen presencia para comprender la situación, pero que no fueron tomados en cuenta debido a la centralidad del artículo. El primero es la tendencia en las estrategias de desinformación, que ya son un problema muy serio en la actualidad. El segundo es la campaña política para las elecciones de 2022 en Costa Rica. Ambos elementos deben ser tomados en consideración en el proceso social mismo de la pandemia, pues son puntos de interés para futuros trabajos explicativos tanto en lo discursivo, como en otras áreas del conocimiento de las ciencias sociales.

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Fecha de ingreso: 14/12/2021
Fecha de aprobación: 10/11/2022


1 Este artículo se desprende del proyecto de investigación: “Discursividad y pandemia la dicotomía narrativa salud-economía 2020-2021”. Número: 2064. Escuela de Sociología, Universidad de Costa Rica.

2 La terminología técnica-biológica es SARS-COV-2 (severe acute respiratory síndrome coronavirus 2-Síndrome respiratorio severo agudo). Para puntualizaciones, especificidades, seguimiento y chequeo de información a nivel global sobre la pandemia, acudir a: https://coronavirus.jhu.edu/map.html

3 Se entiende autenticidad en la investigación como la aparición de elementos que se categorizan como honestos y también criterios de vulnerabilidad (Figueiredo, Devezas, Viera, y Soares, 2020).

4 El mejor ejemplo reciente (y catastrófico) fue durante la administración Trump-Pence (2017-2021) en la cual, además de ignorar la guía científica, desmantelaron programas y proyectos para atender posibles epidemias (Davis, 2020).

5 Para poder acceder a un gran número de fuentes científicas (estudios), así como seguimiento global de la pandemia se puede acudir a la página de la Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es

6 Para profundizar en este producto se puede revisar el siguiente enlace: https://www.ccss.sa.cr/noticias/salud_noticia?nuevo-estudio-con-suero-equipo-medira-efectividad-con-tres-distintas-dosis

7 Se pueden ver los diferentes informes en: https://www.cepal.org/es/publicaciones/informesCOVID19

8 Para ver una lista de protocolos institucionales véase: https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php /centro-de-prensa/noticias/741-noticias-2020/1532-lineamientos-nacionales-para-la-vigilancia-de-la-infeccion-por-coronavirus-2019-ncov

9 La tasa de letalidad es la probabilidad de morir si se contrae el covid-19. Es importante señalar que la tasa de letalidad cambia de país a país y de región a región debido a diferentes condiciones, salubridad, acceso a servicios, edad, etc. Las estimaciones para Costa Rica utilizadas en este artículo son generales de la población no diferenciada por regiones o alguna otra variable (Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, 2021).

10 Para poder desplegar información y registros precisos sobre salud, medias, análisis y datos generales y específicos se puede acceder al Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica: https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiMjU3M2NkNjQtMGIyOS00ZjRmLWE3NjYtNDE2OWNkZjIxZTdjIiwidCI6ImFkNjNmZDZmLWE4OTctNDljZS1hZWU5LTRmYzYxNzY1NjY4YSJ9&pageName=ReportSection

11 Para aproximarse a dicho proceso véase: https://www.gavi.org/covax-vaccine-roll-out

12 Para ver el registro completo y otros datos asociados a otras medidas: Registro epidemiológicos del Observatorio del Desarrollo (para covid-19). Véase: https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiMjU3M2N kNjQtMGIyOS00ZjRmLWE3NjYtNDE2OWNkZjIxZTdjIiwidCI6ImFkNjNmZDZmLWE4OTctNDljZS1hZWU5LTRmYzYxNzY1NjY4YSJ9&pageName=ReportSection

13 Dicha iniciativa ha tenido tanto un visto bueno, como también un cuestionamiento en su gestión y duración. Véase: https://semanariouniversidad.com/pais/imas-solo-ejecuto-los-recursos-para-el-bono-proteger-y-no-acceso-a-la-base-de-datos/

14 Ejemplos de estudios del discurso con metodologías y software específicos y diferentes son, por ejemplo, el mencionado estudio de Verd (2019) que realiza un análisis reticular (ARD) utilizando el software ATLAS.ti; y el de Figueiredo, Devezas, Viera, y Soares (2020) con el uso de LIWC. También el texto indicado al inicio: Perlstein y Verboord (2021) con una metodología que combina fuentes de twitter con un procesamiento y clasificación por sentimientos procesados con el software ConText.

15 El discurso tiene una etimología importante de señalar, que es la siguiente: discursus como discurrire, que sería “discurrir” o “transitar” (Herzog y Ruiz, 2019), que lo que hace es recordar el punto de proceso, de cambio en función de lo que va aconteciendo en el tiempo.

16 Teun Van Dijk (2001) señala que se pueden dar dimensiones respecto a los estudios del discurso: micro (situacional), meso (institucional) y macro (social). Como se evidencia, la idea de lo social va sobre la idea de que la interacción en un contexto es que se produce un resultado, dicho resultado es precisamente un discurso social.

17 Aunque esto no quiere decir que es absolutamente homogéneo en su accionar discursivo. Ya este grupo se trabajó en Carballo (2020), ahí se puede profundizar en sutilezas del accionar de este grupo narrativo.

18 Todas las personas expertas de este grupo aparecieron en medios de comunicación costarricenses señalando puntos y aportando su conocimiento sobre la situación de la pandemia y su seguimiento.

19 Ambos son medios escritos. En el caso de La Nación, este es el medio de mayor peso político en Costa Rica (Carballo, 2009); mientras que, en el caso de La Extra, este mismo se presenta como un medio popular.

20 Para ver el recorrido epistemológico/teórico de cómo se llegan a estas categorías véase la tesis doctoral: Carballo, 2020. En donde siguiendo ciertos aportes variados que van desde la terminología y la mirada de escenario de Angenot (2012), pasando también por Requena, Conde y Rodríguez, (2019), se llega a una sistematización más concreta para el estudio del discurso en el modo que se propone.

21 Para esta técnica se contó con la ayuda de la asistente de investigación, la Bachiller en Sociología: Talia Goodman, quien dio seguimiento y confección a la agenda de entrevistas.

22 En un principio se tenía pensado incluir también el medio de televisión Telenoticias. Sin embargo, debido a que su plataforma digital limita la búsqueda, así como el tiempo estimado de estudio y realización de la investigación, se optó por no contemplarlo. Además, se excluye el estudio sobre redes sociales, debido a su propia complejidad y requiere otra estrategia de abordaje. Sin embargo, se reconoce la importancia de estudiar las redes sociales en el marco de canalizadores, productores y divulgadores de peso.

23 Para esta técnica se contó con la ayuda de la asistente de investigación la Bachiller en Sociología: Carmen Gamboa. Junto con ella se confeccionó el registro de las noticias en el período de tiempo seleccionado.

24 La técnica del discurso social, como ya se indicó, es una adaptación sistemática más puntual realizada en la tesis doctoral de Carballo (2020) sobre lo propuesta en el trabajo de Requena, Conde y Rodríguez, (2019), sobre el ASSD (Análisis Sociológico del Sistema de Discurso).

25 También el DS como técnica contempla períodos largos de tiempo, estableciendo franjas temporarias como gobiernos (o alguna otra) para captar el cambio y/o transformación del discurso en el desarrollo de lo social, sin embargo, aquí se ha tomado en cuenta un tiempo breve, cercano a un año con el fin de comprender un período específico más que una secuencia de larga data.

26 El punto de los intereses como se señala desde el mismo desarrollo de la técnica (Carballo, 2020), tiene matices difíciles de precisar y/o esclarecer, ya que los intereses pueden no ser declarados abiertamente, lo que hace que se necesite una fineza en el proceso de interpretación para poder clarificar dicho punto.

27 Se consideró a la UCCAEP (Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado), pero no se obtuvo ninguna respuesta de ninguno de los comunicados para participar, por lo que fue suprimido del esfuerzo de integrar diferentes miradas narrativas. Se recuperó alguna información por medio del grupo narrativo de Medios. Sin embargo, es importante para otras investigaciones profundizar en este entorno empresarial por el peso que tienen en la dinámica social.

28 Es importante tener en cuenta que hay una interrelación entre los tres grupos en la realidad social, es decir, no están segmentados, pero para efectos de la investigación se separó para precisar el núcleo narrativo, argumentativo y de intereses de cada uno.

29 Existen más instituciones autónomas, pero para efectos de este trabajo se concentra en esas instituciones principalmente. También las alcaldías han tenido un papel importante en la atención de la emergencia, pero no serán trabajadas en este artículo ya que requieren otro tipo de espacio y precisión.

30 La última pandemia de carácter global fue en 1918 con la gripe española.

31 Las restricciones vehiculares fueron de las más cuestionadas debido a los cambios constantes y ajustes, de lo cual se pudo derivar una idea de improvisación, según la lectura del grupo narrativo de gobierno.

32 Véase, por ejemplo, los estudios del Programa Estado de la Nación en el caso de la restricción vehicular: https://estadonacion.or.cr/tag/restriccion-vehicular/

33 Esta expresión “La danza y el martillo” fue popularizada por Tomas Pueyo, un ingeniero francés. Aquí resulta interesante señalar como del Camino indicó que Pueyo publicó en un medio no científico, lo que se ve críticamente, ya que la atención y el liderazgo debe ser de expertos confirmados y con publicaciones debidamente establecidas por los medios formales de la ciencia.

34 Tanto el Dr. de Camino, como el M.Sc. Agustín Gómez señalaron la falta de crear registros informáticos más completos desde el principio. Le dan importancia a tener una posición más ofensiva hacia el virus y sus consecuencias, frente a lo que indican como una situación más pasiva por parte del sector salud del país.

35 Desde que el Partido Acción Ciudadana gana las elecciones en 2018 y es gobierno consecutivo, una serie de huelgas y manifestaciones se llevaron a cabo en el país. Siendo la más amplia y compleja, la huelga de sindicatos docentes desde septiembre a diciembre del 2018, debido a la oposición por el plan fiscal propuesto por el PAC, debatido desde inicios de agosto del mismo año.

36 Incluso, conectó esta presión sobre lo público señalando afectaciones en la educación pública, el Ministerio de Educación (MEP) otorgó proyectos de educación a empresas privadas.

37 Los informes del Estado de la Educación de Costa Rica (2021) han señalado la situación crítica de la educación pública en diferentes ámbitos, ahora incluida la brecha digital en el país.

38 El concepto de anomia indica el no seguimiento de normas por parte de las personas. Este concepto lo que indica es un desapego a la constitución de unidad social, y a un distanciamiento en función de la colectividad, una desconexión entre normatividad y comportamiento. Las bases analíticas clásicas en sociología están ubicadas bajo la línea de Robert Merton dentro del marco funcionalista (Ritzer, 1993).

39 Por sí mismo, el estudio del comportamiento discusivo-comunicativo en redes merecen varios estudios que aquí no es posible ampliar, pero se reconoce el peso en la composición de la estructura discursiva a nivel mundial. Sin embargo, se recuerda a Enric Saperas (1987) señalando desde ya hace años que es la prensa (por sus publicaciones, muchas de ellas de carácter investigativo y político) la que pone los temas/agenda, y que establece temas y elementos que los demás medios (televisión, radio) terminarán creando su propio proceso productivo de noticias.

40 Por razones de espacio y centralidad investigativa no se amplía este grupo. Sin embargo, según la base de datos (construida a partir de un sondeo de noticias por más de un año, según categorías de ubicación temporal, tamaño, actores centrales, temáticas, etc.) se sugiere un futuro estudio específico incluyendo más medios y buscando comprender mejor la narrativa mediática durante la pandemia.

41 El contexto de notas de este tipo está en el surgimiento de una agrupación social denominado “rescate nacional” y que generó presión sobre el gobierno en diferentes temas, pandemia, temas fiscales, empleo público realizando diferentes manifestaciones como bloqueos por diferentes partes del país. Debido a que esa agrupación tuvo un impulso importante al principio el gobierno intentó negociar con ellos, y el sector empresarial también se aproximó para procesos de negociación.

42 La metáfora de “perro guardián” establece a los medios independientes privados como los vigilantes de los excesos del poder político, sobre todo de los gobiernos. Esta vertiente política está dentro del marco filosófico del liberalismo en su abordaje de pesos y contrapesos públicos y políticos. Para una revisión crítica de esta corriente véase: Albertos, 1994.

43 Las corrientes teóricas sobre populismo no señalan a periódicos o medios de comunicación como populistas estrictamente, sin embargo, sí hablan de lenguaje, junto con argumentos o acciones de carácter populista (Zanatta, 2014; Judis, 2018; Eatwell y Goodwin, 2018). De ahí que se habla que el medio La Extra tenga esta tendencia narrativa y que se resalten sus cuestionamientos a élites (políticas, sobre todo), miradas conservadores de la cultura, nacionalismo exacerbado y propuestas antisistema.

44 Esto está ubicado en un contexto por la aparición de diferentes casos supuestos de corrupción en el país desde hace años, casos como la trocha, el Cementazo (entre 2012 y 2018), y recientemente el caso Cochinilla y el caso Diamante (ambos en 2021), todos ellos involucrando a funcionarios públicos de puestos altos.

45 Más aún, en una era digital hiper desarrollada en lógicas de difusión, la propagación de la información adquiere condiciones casi leviatánicas en términos de saturación, desconfianza y sobre exposición. Todos estos puntos propios de un desarrollo más amplio.

46 Aquí la centralidad narrativa de la nota se basa en una entrevista a Juan Castilla, jerarca de la Cámara de Comercio. Se ve cómo la posición de La Nación va sobre la institucionalidad, mientras que, en la noticia de La Extra, va sobre lo individual sectorial.

47 En el caso de la clase social en Weber esta hace alusión a la doble compenetración entre componente de fuente económica más la suma del prestigio social (Weber, 2008). Para una discusión teórico-operativa del concepto de Clase entre Max Weber y Marx véase: Wright (2018).

48 Del grupo narrativo de expertos, según lo expresado por el Dr. David Díaz, el impulso neoliberal durante la pandemia está acentuado proyectos empresariales y de transformación del aparato estatal.

49 Según diferentes estudios sobre la desigualdad, desigualdades extremas de ingresos hacen que las sociedades se comporten más violentamente, más patriarcalmente y además que funcionen con códigos más egoístas (Wilkinson y Pickett, 2019). Tampoco la reflexión tiene por objetivo dejar de valorar que sí se dio un sentido de solidaridad en varios escenarios, sin embargo, también hay que tener presente el comportamiento del egoísmo en función de la pandemia y cómo el discurso social lo evidencia.

50 Esto puede ampliarse siguiendo las reflexiones de Zygmunt Bauman (2017) que señalan la dinámica de tribus. Más aún, identificándose en lo que Carballo (2020) identificó para Costa Rica, siguiendo los aportes teóricos de la filósofa estadounidense Nancy Fraser (2006) dentro lo que se conoce como un “problema de desencuadre”.

51 Hacia el inicio del artículo se señalaba que la pandemia era un tipo de problema que ameritaba el pensamiento complejo (Innerarity, 2020), y este nivel hizo que las personas y las sociedades, ante un reto de esta índole no lograra procesar la dimensión de lo que implicaba en términos de ajustes, costos, ciencia, dolor y acciones políticas.