Rev. Ciencias Sociales 178: 127-140 / 2022 (IV)
ISSN Impreso: 0482-5276 ISSN ELECTRÓNICO: 2215-2601

INSTRUMENTOS ALTERNATIVOS A LA HIPÓTESIS EN LA INVESTIGACION CIENTÍFICA EN COMUNICACIÓN Y LA PROYECCIÓN SOCIAL

ALTERNATIVE INSTRUMENTS TO THE HYPOTHESIS IN SCIENTIFIC RESEARCH IN COMMUNICATION AND SOCIAL PROJECTION

Rafael Labrada Díaz*
Liset Labrada Escobar**

Tipo de documento: ensayo académico

RESUMEN

El objetivo del artículo es dotar a los interesados en la Metodología de la Investigación de un material de consulta, que posibilite la opción de emplear otros instrumentos alternativos a la hipótesis. En la elaboración del texto se usaron la observación, el análisis bibliográfico o documental, el análisis y la síntesis y la fenomenológía. El estudio se realizó en la Universidad de Las Tunas, Cuba, mediante una investigación que mostró la tendencia a utilizar la hipótesis como instrumento. En la indagación se demostró que los demás instrumentos son alternativos a la hipótesis.

PALABRAS CLAVE: comunicación * investigación social * investigador * MENSAJE * investigación

ABSTRACT

The objective of the article is to provide those interested in the Research Methodology with a reference material, which allows the option of using other alternative instruments to the hypothesis. Observation, bibliographic or documentary analysis, analysis - synthesis, and phenomenology were used in the preparation of the text. The study was carried out at the University of Las Tunas, Cuba, through a three year investigation, which showed the tendency to use the hypothesis as an instrument. The investigation showed that the other instruments are alternatives to the hypothesis.

KEYWORDS: COMMUNICATION * SOCIAL RESEARCH * INVESTIGATOR * MESSAGE * research

* Universidad de Las Tunas, Reparto Santos, ciudad de Las Tunas, Cuba.

rafaellabrada.diaz@nauta.cu

** Universidad de Las Tunas, Reparto Santos, ciudad de Las Tunas, Cuba.

lisetld@ult.edu.cu

INTRODUCCIÓN

El presente artículo tiene como propósito dotar a estudiantes de pre y posgrado, a profesores y a otras personas interesadas en profundizar en los conocimientos sobre la Metodología de la Investigación, de un material bibliográfico que contiene diferentes reflexiones sobre el empleo de la hipótesis, la idea a defender, las preguntas de investigación y las premisas en la declaración de lo que la persona investigadora desea demostrar en su indagación.

La investigación que se presenta basa sus argumentos, principalmente, en la investigación en Comunicación, la que ha servido de muestra para obtener los datos, que luego de analizados y razonados, han dado lugar a la adquisición de nuevos conocimientos y experiencias, capaces de conducir a novedosas convicciones sobre el tema de la Metodología de la Investigación ya mencionado.

La Comunicación Social constituye una ciencia, cuyo estudio comenzó no hace mucho tiempo. A partir de los aportes emanados de diferentes ciencias sociales, la especialidad intenta explorar, interpretar y explicar la naturaleza de la interacción comunicativa en los distintos niveles y ámbitos de la actividad humana.

En la actualidad, la comunicación social adquiere mayor protagonismo por ser parte constitutiva de la actividad del hombre en todas las esferas de su vida. La complejidad del mundo contemporáneo, marcado por el desarrollo de las nuevas tecnologías de información y comunicación, las prácticas globalizadoras y la consecuente redefinición de los procesos identitarios, el creciente predominio de conglomerados transnacionales y otras muchas tensiones entre las que hoy se debaten las sociedades, ha potenciado significativamente la legitimación social e importancia de la comunicación (Alonso y Saladrigas, 2002, p. 1).

A lo anterior es necesario agregar que hoy se observa una creciente institucionalización de los sistemas comunicativos y una diversificación de sus esferas de acción. Junto al periodismo, la profesión de mayor tradición y desarrollo en los últimos años, aparecen otras áreas como la comunicación organizacional o institucional, la comunicación educativa y comunitaria, la publicidad, la propaganda y las relaciones públicas, las cuales se desarrollan en la actividad cotidiana del hombre.

La comunicación, según expresan Torres y Alejo (2011) “… resulta un elemento indisolublemente ligado a la existencia del hombre como ser social, pues constituye un factor de construcción (…) y posibilita la interrelación, en agrupaciones de seres humanos, en colectivos, en sociedades” (p. 1), dimana del surgimiento y la evolución de la humanidad, pero no se convierte en objeto de estudio hasta la aparición y el desarrollo preliminar de los medios masivos de comunicación.

De lo anterior se concluye que, a partir de ese momento, la investigación en comunicación ha transitado por diferentes etapas, en correspondencia con el avance general de la sociedad y las diversas problemáticas que ello ha supuesto en cada momento, así como para dar respuesta a distintos imperativos existentes en el quehacer de la sociedad.

La comunicación es un proceso en el que intervienen diferentes factores, sin cuya presencia resulta imposible la existencia de dicha comunicación. Al decir de Chen (2021), en todo proceso de comunicación van a estar presentes los siguientes elementos: “emisor, receptor, código, mensaje, canal de comunicación, retroalimentación, y, en algunos casos, el ruido” (p. 1). Con excepción de este último, sin los demás factores no se podría hablar de comunicación.

De ello se asume que el emisor es quien emite el mensaje, constituye el punto de partida del proceso comunicativo. El emisor desempeña un papel flexible en dicho proceso, por cuanto puede pasar al rol de receptor y viceversa. Por ejemplo, en un intercambio comunicacional, el emisor emite un mensaje y, al recibir respuesta, se convierte en receptor.

El receptor es la persona o personas que reciben el mensaje que ha emitido el emisor. El código no es más que el conjunto de signos que se utiliza para transmitir el mensaje. Resulta importante tener en cuenta que, para establecer una comunicación, el emisor y el receptor han de tener conocimientos del código utilizado, porque de lo contrario no será posible lograr dicha comunicación.

Cuando se habla del mensaje hay que entenderlo como el contenido de aquello que el emisor desea comunicar al receptor; mientras que el canal es la vía por la cual el emisor envía su mensaje al receptor, el cual puede o no dar respuesta a la información recibida; si da respuesta entonces se está en presencia de una retroalimentación; si no ofrece respuesta, la comunicación no se concreta.

Por último, se concluye que el ruido es toda señal que distorsiona el mensaje original que el emisor quiere transmitir. Pueden ser sonidos que interfieren en la comunicación, fallas de cobertura o el uso de código desconocido para el receptor. Resulta importante conocer de dónde viene el ruido en la comunicación para poder disminuirlo o eliminarlo a fin de realizar un proceso de comunicación claro y efectivo. Un ejemplo de ruido puede ser que el emisor utilice palabras o frases en inglés, y que el receptor desconozca el idioma. Esto va a generar una distorsión en la conversación.

Junto a ello, de estas pesquisas académicas o de corte más instrumental, también se han derivado modelos o postulados teóricos, que se proponen dar cuenta de la naturaleza de los procesos comunicativos que tienen lugar en la sociedad para coadyuvar a su desarrollo en todos sus ámbitos, hasta llegar a lo que se llama la sociedad de la información.

En correspondencia con el criterio de Raffino (2021) a la sociedad de la información “se la puede definir como un estadio en el cual el desarrollo de la sociedad está orientado hacia la obtención y difusión de cualquier tipo de información de forma instantánea” (p. 1). Ello requiere de un elevado desarrollo de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación, que han significado una verdadera revolución en todo el quehacer del hombre en los últimos tiempos.

Es criterio de los autores de este artículo que esas Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación contribuyen al desarrollo de la investigación, la cual constituye un proceso que, mediante la aplicación del método científico, procura tener información relevante y fidedigna sobre determinado fenómeno de la realidad objetiva, con el fin de explicar, describir y apreciar la conducta de diferentes elementos de dichos fenómenos.

Se asume que la investigación en comunicación es una particularidad de los estudios sociales, que constituye una forma de indagación científica que se distingue por su objeto de estudio o campo de actuación propio: lo social. Ella se caracteriza por ser un proceso formado por un conjunto de fases de actuación, sucesivas y orientadas a la búsqueda de respuestas a problemas dados a través de una metodología científica.

El incremento del papel social de la comunicación supone el empleo, cada vez más riguroso, de los procedimientos científicos de la investigación social y, a su vez, pone más que nunca en evidencia la necesidad de una relación transdisciplinar entre los comunicadores con otros profesionales de las ciencias sociales, para dar cuenta de una realidad que se torna cada vez más difícil de explicar solo desde un enfoque o perspectiva específica.

El hombre, en su desarrollo, ha tenido que enfrentarse a las más complejas tareas; primeramente, al azar, pero poco a poco adquirió nuevas experiencias en materia de organización e investigación de los fenómenos, para salir airoso en su desempeño en las distintas ramas, hasta que conoció que:

La aplicación de un método ordena y orienta la ejecución de cualquier actividad. Asimismo, implica una planificación que impide obrar de manera azarosa e improvisada. En consecuencia, los métodos se aplican en diversas esferas de la vida humana: existen métodos de trabajo, de enseñanza, métodos terapéuticos y los métodos de investigación, […] En tal sentido, el método es entendido como un camino o serie de pasos que conducen a un fin: en este caso, la búsqueda de la verdad y la producción de nuevos conocimientos (Arias, 2016, p 1).

La Metodología de la Investigación constituye una herramienta que contribuye a la consecución de la creación profesional, conceptual y científico-técnica y puede definirse como:

…aquel conjunto de técnicas y procedimientos que se aplican de forma sistemática y ordenada en la elaboración de un estudio. Durante un proceso de investigación, la metodología forma parte del trabajo en sí, constituyendo la etapa que divida a la realización del mismo. En la cual, el investigador decide cual es la secuencia de técnicas que se emplearán para realizar las tareas de recusación, orden y análisis de datos, vinculadas a la investigación (Riquelme, 2018, p 1).

La función de la Metodología de la Investigación como herramienta de trabajo es otorgarles vigor y severidad científica a los resultados alcanzados en el proceso de estudio. Asimismo, como parte de un proyecto, la Metodología de la Investigación tiene la función de exponer y describir los criterios que se adoptarán, según la elección del método de trabajo y la exposición de las razones que dan pie a dichos procedimientos, los cuales son los más calificados para emprender el estudio del objetivo.

Resulta imprescindible aseverar que, en toda indagación científica, la persona investigadora ha de exponer lo que se propone demostrar en ese estudio, mediante el empleo de algún instrumento que le permita sustentar su criterio; todas las acciones estarán dirigidas a lograr dicho propósito de forma convincente, de manera que no pueda existir refutación alguna. De acuerdo con el Tecnológico de Monterrey (s/f), el instrumento de investigación es el “mecanismo que usa el investigador para recolectar y registrar la información: formularios, pruebas, test, escalas de opinión y listas de chequeo” (p.1)

Los autores presentan este artículo a partir del análisis de la práctica de utilizar, principalmente, la hipótesis para declarar lo que el investigador o la investigadora quiere demostrar en su indagación, y desechar la riqueza de otros instrumentos como la idea a defender, la pregunta de investigación o la premisa, que pueden desempeñar el mismo papel en el informe final de la pesquisa y ofrecer mayor variedad a ese aspecto de la Metodología de la Investigación.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Varios años dedicados a la tutoría, o ponencia, como miembro de tribunales y la revisión de diferentes tesis de pre y posgrado, como parte del desempeño profesional, le ha dado la posibilidad al autor de este artículo de ir conformando una indagación, en la cual se ha hecho énfasis en la utilización de una observación exhaustiva en el tratamiento de cada tesis y trabajo de diploma sobre la conducta seguida por los estudiantes, en cuanto a la concepción del diseño teórico, la metodología, las teorías, los modelos y los paradigmas utilizados, que se han ido contrastando para llegar a conclusiones.

También, en ese proceso se han empleado, además de la observación, métodos tales como el análisis, la síntesis y la fenomenología que han sido de mucha utilidad en el estudio de cada aspecto que conforma el informe final de las pesquisas a fin de llegar a conclusiones lógicas y lo más allegadas posibles a los requerimientos científicos.

Esa labor le ha posibilitado al autor del presente artículo la adquisición de mayores conocimientos y experiencias en este campo, los cuales se plasman en este estudio para ponerlos en manos de los estudiantes de pre y posgrado y tutores, a fin de que puedan hacer la mejor elección del instrumento que han de utilizar para la declaración de lo que se propone demostrar en las pesquisas.

Al decidir el instrumento que habrá de utilizarse para exponer lo que se tratará de probar en la investigación, deberá tenerse en cuenta que:

El hecho de que formulemos o no hipótesis depende de un factor esencial: el alcance inicial del estudio. Las investigaciones cuantitativas que formulan hipótesis son aquellas cuyo planteamiento define que su alcance será correlacional o explicativo, o las que tienen un alcance descriptivo, pero que intentan pronosticar una cifra o un hecho (Hernández et al., 2014, p 104).

En una investigación, además de la hipótesis, se pueden emplear otras herramientas, como la idea a defender, las preguntas científicas o las premisas, cuyos objetivos son similares, lo que cambia es la manera en que se redactan y los contenidos que abarcan para exponer los elementos que la persona investigadora tratara de demostrar en su estudio.

Seguidamente se presentará un análisis de las características de cada uno de los instrumentos que el investigador podrá disponer para declarar en su tesis lo que pretende demostrar en su pesquisa. Estos son la hipótesis, la idea a defender, las preguntas científicas y las premisas

LA HIPÓTESIS

Una hipótesis es una proposición o enunciado que se considera cierto de entrada, aunque aún no haya podido probarse, y que por lo tanto constituye una especulación o una conjetura de trabajo, carente de confirmación o refutación mediante la experiencia. El término proviene del griego hypo, “por debajo”, y thesis, “opinión” o “conclusión” (Raffino, 2020, p. 1)

Como se mencionó anteriormente, la hipótesis ha de emplearse en investigaciones cuantitativas, cuyo alcance sea correlacional, explicativo o que intente pronosticar una cifra o un hecho. La hipótesis presenta una variada tipología, que según Aguilar et al. (2010) pueden ser:

Hipótesis de Investigación. -Proposiciones tentativas acerca de las posibles relaciones entre dos o más variables. Hipótesis Nulas. -Es la negación de la hipótesis de investigación. Su utilidad consiste en verificar si dicha investigación se puede realizar. Hipótesis Alternativas. -Consisten en proponer otra solución al problema que no sea contradictoria con el marco teórico. Complementan la hipótesis de investigación. Hipótesis Estadística. -Son la transformación de las hipótesis de investigación, nulas y alternativas en valores estadísticos (Párr. 20).

El referido instrumento también podrá emplearse en investigaciones cualitativas, pero, en ese caso, según el criterio de Camas (2014), las hipótesis tendrán las características de ser “generales o amplias, emergentes, flexibles y contextuales, se adaptan a los datos y avatares del curso de la investigación”.

En este tipo de investigaciones, casi nunca las hipótesis se establecen antes de adentrarse en el contexto de la pesquisa y del comienzo de la recolección de los datos, sino que, en el desarrollo del proceso de indagación, el investigador va generando una hipótesis de trabajo, que se perfila paulatinamente mediante la obtención de más datos y la aplicación del razonamiento del autor de la pesquisa, hasta llegar a la conformación de dicha hipótesis. Como es de suponer, estas hipótesis no se prueban desde el punto de vista estadístico. Las hipótesis, a su vez, presentan otras subdivisiones:

- Correlacionales: tienen la peculiaridad de especificar las relaciones existentes entre dos o más variables en las indagaciones de carácter correlacional.

- Descriptivas de un valor o dato pronosticado: a veces se emplean en investigaciones de tipo descriptivas, con la finalidad de predecir un dato o valor en una o más variables que se deseen medir u observar. Resulta importante destacar que no en todas las investigaciones descriptivas se utilizan hipótesis de dicha clasificación.

- Causales: esta modalidad de hipótesis afirma la o las relaciones entre dos o más variables y la forma en que se ponen de manifiesto. Ejemplo, el atractivo físico relaciona la variable género con la variable atribución de la importancia del atractivo físico en las relaciones de pareja, hipótesis que establecen relaciones de causalidad. Además, muestra un sentido de entendimiento de las relaciones. Dicho sentido puede ser más o menos completo, ello depende del número de variables que se tengan en cuenta; pero todas estas hipótesis establecen relaciones de causa-efecto.

- De diferencia de grupos: se consignan en estudios que tienen como propósito realizar la comparación entre grupos.

La hipótesis tiene varias características que la diferencia de la idea a defender, la premisa y la pregunta de investigación. Según Zita (2020):

Deben ser comprobables: una hipótesis debe ser demostrable mediante observaciones y/o experimentos. por ejemplo, una investigación que tiene como hipótesis que el aumento del consumo de sal en los hombres entre 40 y 60 años provoca un aumento de la presión sanguínea puede demostrarse. En cambio, decir que el agujero negro de la Vía Láctea aumenta la temperatura solar es difícil de comprobar con los instrumentos y la tecnología actual (p. 1).

A partir de lo expresado por esta autora, es necesario agregar que la hipótesis tiene otras características; la misma puede presentar una falsedad, lo que quiere decir que los resultados de un experimento son capaces de rechazarla. Una hipótesis tiene la particularidad de ser verdadera o falsa y son, precisamente, los resultados de la experimentación, la recogida y el razonamiento de los datos obtenidos los que han de determinar si dicha hipótesis tiene o no veracidad.

El instrumento ha de ser específico, concreto, porque si expresa una generalidad, como por ejemplo “comer huevos produce enfermedades del corazón”, carece de utilidad práctica por la amplitud que abarca. En el caso que se presenta, no se dice el tipo de huevos de que se trata ni la cantidad ni la frecuencia de consumo; además, no se declara la relación existente entre el consumo de huevos y cómo surge la enfermedad. La hipótesis quedaría mejor si se redactara así: “las personas entre 60 y 70 años que consumen más huevos de gallina semanalmente tendrán un aumento superior de los niveles de colesterol en la sangre”.

Finalmente, la hipótesis debe ser objetiva, lo que quiere decir que ha de estar enfocada hacia los aspectos de la realidad que se desean estudiar; las percepciones del autor del estudio no cuentan en la conformación de dicha hipótesis. En el caso de un investigador o investigadora que sienta predilección por el café, en una pesquisa podría plantearse la idea de que el café mejora el bienestar de la humanidad, pero esto no es objetivo ni específico.

Las hipótesis deben estar relacionadas con técnicas disponibles para probarlas. Al formular una hipótesis, hay que analizar si existen técnicas o herramientas de investigación para verificarla, si es posible desarrollarlas y si están al alcance de las gestiones investigativas de quien o quienes realizan el estudio, porque de lo contrario, todo quedaría en el campo del buen deseo.

Se puede dar el caso de que existan esas técnicas, pero que por diversas causas no estén disponibles. Alguien podría intentar probar hipótesis referentes a la desviación presupuestaria en el gasto gubernamental de algún país, pero no disponer de formas eficaces para obtener sus datos. Ello podría dar lugar a que, desde el punto de vista teórico, la hipótesis tenga un elevado valor, pero realmente no sea posible probar lo que declara.

LA PRUEBA DE LA HIPÓTESIS

Desde el ámbito técnico, no es aceptable una hipótesis que surja a través de un estudio, de lo que se trata es de que se aporten evidencias en su favor o en contra. Cuantas más investigaciones apoyen a una hipótesis, más credibilidad tendrá y, por tanto, será válida para el lugar, tiempo, sujetos u objetos, los que constituyen su contexto.

En la vida práctica, la hipótesis se somete a prueba mediante la aplicación de un diseño de investigación, que conlleva la recogida de diversos datos a través de uno o varios instrumentos de medición, resultados que se van analizando e interpretando para llegar a conclusiones favorables o desfavorables a dicha hipótesis y, así, se comprobará si es válida o no la formulación del instrumento enunciado.

De manera que la prueba de hipótesis se somete a escrutinio empírico para determinar si tiene apoyo o una refutación a partir de lo que el investigador o investigadora observa. Resulta imprescindible realizar una adecuada argumentación, emanada de ciertos datos obtenidos en una investigación particular, ha de poner en evidencia si una hipótesis tiene el debido sostén para mantenerla en la pesquisa o de lo contrario, sea necesario reemplazarla.

OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLE

En el tratamiento que la persona investigadora da a la hipótesis en su pesquisa, figura el análisis de las variables como parte integrante de dicha hipótesis, por lo cual resulta necesario obtener la mayor información sobre ellas en un proceso de operacionalización de las variables. Una definición operacional de la variable la ofrece Espinoza (2019):

está constituida por una serie de procedimientos o indicaciones para realizar la medición de una variable definida conceptualmente. En esta se intenta obtener la mayor información posible de la variable seleccionada, a modo de captar su sentido y adecuación al contexto. (…). La operacionalización de las variables está estrechamente vinculada al tipo de técnica o metodología empleadas para la recolección de datos. Estas deben ser compatibles con los objetivos de la investigación, a la vez que responden al enfoque empleado, al tipo de investigación que se realiza, en líneas generales, pueden ser cualitativas o cuantitativas (p. 7).

De acuerdo con lo planteado por Espinoza, la operacionalización de las variables constituye un paso importante en el estudio de las hipótesis, pues comprende la desintegración de los elementos que conforman la estructura de tales hipótesis y, de manera especial, a las variables; la operacionalización se logra cuando se descomponen las variables en dimensiones y estas a su vez son traducidas en indicadores que permitan la observación directa y la medición. Tal operación de las variables es fundamental, porque a través de ellas se precisan los aspectos y elementos que se quieren cuantificar, conocer y registrar con el fin de llegar a conclusiones.

Como dimensión debe entenderse el factor rasgo de la variable que ha medirse y que permite definir los indicadores, los cuales constituyen un indicio o señal que posibilita cuantificar una variable, señalando cómo medir cada uno de los factores presentes en una dimensión o dimensiones de la variable. Dichos indicadores, por tanto, consisten en lo medible, verificable, el dato, el hecho y forman parte de la descomposición o clasificación de las dimensiones.

Cuando la persona investigadora se le presenten diferentes alternativas para definir una variable, desde el punto de vista operacional, debe seleccionar la que ofrezca la más amplia información sobre la esencia de la referida variable, la que mejor se adecue a su contexto y manifieste una elevada precisión, con la finalidad de que la selección sea la de mayor utilidad.

Al formular una hipótesis, resulta imprescindible definir exactamente las variables que están incluidas en ella. Esto es necesario porque el investigador o investigadora y otras personas interesadas en la materia, compartan el mismo significado, respecto a los términos o variables incluidos en la hipótesis. Es común que un mismo concepto se emplee de manera distinta en diferentes contextos, atendiendo a los criterios con los cuales se trate dicho concepto. Por ejemplo, el vocablo novios, para alguien puede significar una relación entre dos personas de diferentes sexos que se comunican interpersonalmente con la mayor frecuencia, que cuando están cara a cara se besan y se toman de la mano, que se sienten atraídos físicamente y comparten entre si información que nadie más comparte.

Para otra persona, podría significar una relación entre un hombre y una mujer que tiene por objeto contraer matrimonio. Para una tercera, una relaciona entre dos seres humanos del sexo opuesto que mantienen relaciones sexuales íntimas. Por tanto, si se intenta llevar a cabo una investigación relacionada con la pareja de novios, no se sabría exactamente quienes se incluirían en ella y quienes no, excepto si se define con la mayor precisión el concepto novios.

Se debe asegurar de que las variables se puedan evaluar en la realidad, a través de los sentidos, lo cual representa la posibilidad de la prueba empírica lo que constituye la condición de la hipótesis. El proceso de la definición operacional de la variable permite confrontar el estudio en cuestión con otras variables de otros similares, para saber si se habla de lo mismo, y si la comparación es positiva, resulta posible comparar los resultados de la investigación en curso con los de otras. Además, dicha definición operacional de la variable permite evaluar más adecuadamente los resultados de la investigación, porque contextualiza la referida variable.

En la práctica, sin definición de las variables no hay investigación seria, porque estas desempeñan un papel medular en el proceso del estudio. Las referidas variables tienen que ser concebidas en dos formas: conceptual y operacionalmente.

Respecto a la definición conceptual o constitutiva, esta puntualiza el término con otros elementos. Si se toma como ejemplos las variables inhibición proactiva y la actitud hacia el acto de votar; en la primera, se está hablando de la dificultad de evocación que aumenta con el devenir del tiempo y, la segunda, significa la predisposición a evaluar como positivo el acto de ofrecer el sufragio a un candidato determinado.

Las definiciones anteriores expuestas como ejemplo resultan necesarias, pero no son suficientes para definir las variables de la pesquisa en cuestión, porque carecen de la capacidad de relacionar a las personas con la realidad, aunque siguen siendo conceptos. Los investigadores han de utilizar términos que contribuyan a que la hipótesis pueda ser comprobada en la práctica y, así, demostrar su validez para el proceso de indagación.

En la práctica, al analizar las variables, debe tenerse en cuenta su naturaleza: hay variables cuantitativas, las cuales son las que tienen la característica de que pueden medirse en diferentes grados, porque muestran una expresión numérica factible de cuantificar; en cambio, dentro de las variables cualitativas figuran aquellas, cuyos elementos de variación poseen un carácter cualitativo, la medición de esta variable se realiza a partir de cualidades.

Como se ha podido apreciar, el empleo de la hipótesis en una investigación resulta complejo, porque no basta con plantear el contenido del instrumento, sino que este ha de someterse a prueba para conocer si es o no factible, y la realización de un proceso de definición operacional de las variables, a fin de alcanzar, de manera exitosa, los resultados que se esperan de la pesquisa.

LA IDEA A DEFENDER

Las tesis de maestría o doctorado y los trabajos de diploma que elaboran los estudiantes de pregrado y posgrado en la carrera de Comunicación Social en la Universidad de Las Tunas, han de tener su correspondiente herramienta que dé respuesta a las insuficiencias detectadas durante el proceso de investigación, que puede ser un plan de comunicación, una estrategia de comunicación, un manual de procedimiento u otra, según el tema de que se trate y el propósito que persigue la persona investigadora en la realización de su estudio.

En esta carrera del referido plantel, prima el criterio de que no basta con descubrir los problemas existentes en la entidad objeto de investigación, sino que, además, el investigador o investigadora debe ofrecer la manera de erradicarlos, para que el estudio tenga mayor utilidad práctica y contribuya a una adecuada toma de decisiones, en aras de eliminar los problemas que afectan a la organización dada, lo cual contribuye a lograr un mejor desempeño.

De ahí que, en cada proceso de indagación, cuando el investigador o investigadora declara lo que trata de probar, no emplea la hipótesis, preguntas de investigación o premisas, sino la idea a defender, la cual, en todo caso, va estar referida, fundamentalmente, a la herramienta que se diseñará para solucionar las deficiencias detectadas durante el proceso de pesquisa. De antemano declara cual será la herramienta que diseñará para erradicar las dificultades detectadas.

La idea a defender podría definirse como el criterio que sostiene el investigador o la investigadora sobre la herramienta que ha de diseñarse para la solución de las insuficiencias detectadas, los indicadores que se tendrán en cuenta para la elaboración de dicha herramienta, y la puntualización de las categorías y subcategorías analíticas de la investigación y sus límites espaciales.

Esa idea ha de sustentarse en una sólida argumentación para que no queden dudas de su pertinencia y legitimidad en el desarrollo de la investigación que se pretenda llevar a cabo con la finalidad de detectar las deficiencias existentes y buscar las mejores soluciones.

La finalidad de la argumentación es defender una opción frente a las otras y convencer al receptor de la superioridad de la tesis defendida. Para ello, hay que producir razones o argumentos con el fin de modificar el valor epistémico desde el punto de vista del destinatario. Según el contexto, la tipología de argumentos admitidos es diversa: cualquier cosa que nos permita convencer al receptor de la superioridad de una determinada opción podrá aceptarse. Se presentan razones a favor de la opción que se defiende y se anticipa la crítica de los posibles argumentos contrarios. (Custodio et al., 2015, p. 3).

Ejemplo de idea a defender:

A partir del tema el estado de la comunicación interna en el canal de televisión de la provincia de Las Tunas denominado TunasVisión, se plantea como idea a defender: “El diseño de un manual de gestión de comunicación interna contribuye a la investigación, planificación, coordinación y evaluación de los procesos comunicativos a partir de un enfoque sinérgico para un desarrollo organizacional eficiente en el canal de televisión de la provincia de Las Tunas, denominado TunasVisión” (Baños, 2020, p. 2)

La idea a defender tiene entre sus características:

- Defiende el diseño de una herramienta que contribuya a la solución de las insuficiencias detectadas en la investigación.

- Declara los indicadores que se tendrán en cuenta al elaborar la herramienta.

- Expresa las categorías y subcategorías analíticas de la investigación.

- Precisa la unidad de análisis.

- Se emplean en aquellas investigaciones en cuyo diseño se incluya una herramienta para dar solución a las deficiencias detectadas en el estudio.

- Se consigna una sola vez en el informe final de la investigación.

Por tanto, la idea a defender no solo sostiene el criterio de la herramienta que ha de emplearse en la investigación, sino también que puntualiza las categorías y las subcategorías analíticas que se valoraran en el marco teórico y el límite espacial de la indagación.

La idea a defender, si bien expresa, al igual que la hipótesis, los aspectos que el investigador desea demostrar en su pesquisa, a juicio de los autores de la presente indagación, no debe identificarse con el concepto de aquella, por cuanto difieren en su empleo, su contenido y la manera de redactarse, por lo cual sería un error considerar la idea a defender como una hipótesis, por cuanto no se trata del mismo concepto.

Se debe partir del hecho de que las hipótesis son proposiciones tentativas sobre las relaciones existentes entre dos o más variables del fenómeno que se investiga y, al formular dichas proposiciones, el investigador o investigadora no puede asegurar que se logren comprobar. Mientras que la idea a defender plantea en forma afirmativa, da por hecho y verdadero lo que se propone lograr en el proceso de la pesquisa.

En ello radica la esencia de la diferencia entre ambos instrumentos, que como puede apreciarse, uno no tiene que ver nada con el otro, salvo que ambos tienen el propósito común de expresar lo que el autor desea demostrar en la investigación que se propone realizar. Son dos instrumentos distintos, cada uno con sus peculiaridades.

LA PREMISA

Premisa es una palabra que se origina del latín praemissus, que significa “enviar delante”. Algunos sinónimos de premisa son: antecedente e idea. Una premisa es el resultado de un razonamiento que puede ser verdadero o falso y que permite determinar una conclusión. Sin embargo, por el uso del término, también se emplea como sinónimo de objetivo o de principio moral.

Asimismo, es una señal para inferir algo partiendo de la información o argumentos que se posean. La premisa y la conclusión forman un argumento. En los estudios de la lógica, las premisas son las proposiciones o los procesos de un razonamiento que genera los argumentos para desarrollar una conclusión.

Si el argumento es verdadero, la proposición puede conllevar a una conclusión acertada. Sin embargo, las proposiciones pueden ser verdaderas o falsas, así como afirmar o negar algo y no dejar de ser premisas, aunque si dichas proposiciones carecen de autenticidad, entonces, conllevaran a una conclusión desacertada. Una definición del vocablo premisa expresa que:

El concepto se utiliza para nombrar al indicio, síntoma o conjetura que permite inferir algo y sacar una conclusión. Como sustantivo femenino. Afirmación o idea que se toma de base para un razonamiento o una discusión. Señal o indicio por el que se deduce o conoce algo. Base o supuesto para una discusión, tratado, etc. En lógica y la filosofía. Son aquellas proposiciones que anteceden a la conclusión. Esto quiere decir que dicha conclusión deriva de las premisas, aunque éstas pueden ser falsas o verdaderas (EcuRed, s/f, p. 1).

Entre las características de la premisa se encuentra el hecho de que, en las investigaciones científicas, se suele consignar una premisa general sobre el tema que se desea estudiar y otras secundarias que complementan a aquella, con lo cual se ofrece el postulado de lo que el investigador o investigadora desea probar en el desarrollo de su pesquisa.

Al tener en cuenta el tema Modelo de Gestión de Comunicación en Organizaciones, se puede consignar como premisas las siguientes:

a) El abordaje empírico y espontaneísta de la comunicación que se presenta en muchas de nuestras organizaciones, supone el predominio del enfoque mecánico de comunicación, y la subutilización de canales de retroalimentación y posibilidades de participación de los públicos.

Esta realidad pudiera ser mejorada mediante la gestión de comunicación a partir de un modelo basado en los enfoques simbólico interpretativo y sistémico, que aportaría a nuestras entidades, principios de integración y normación de los procesos comunicativos y ofrecería mayores posibilidades para la búsqueda de retroalimentación e incremento de la participación y motivación en los públicos, y, por consiguiente, podría influir positivamente en su eficiencia y calidad (Trelles, 2002, p. 8).

b) Las premisas pueden ser implícitas, estas son aquellas que no se mencionan o explican, sino que se dan por entendidas y se pueden deducir según los argumentos que se tengan. Por ejemplo, en las aseveraciones: a todos los niños les gusta jugar. Pedro juega todos los días, se llega a la conclusión de que Pedro es un niño y le gusta jugar.

LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

Hay investigadores que en sus estudios emplean peguntas de investigación en lugar de la hipótesis, sobre lo cual existen criterios como el siguiente:

…no es el tipo de investigación, sino la preferencia o la experiencia del investigador que marca el uso de las “preguntas científicas”. Se usa en cualquier tipo de investigación, según el interés de los investigadores, al extremo de que, si lo prefieren, emplean las dos alternativas (Aguilera, 2006, p 3).

En Cuba, generalmente, la utilización de alguno de esos instrumentos está determinada por la línea metodológica que se sigue en las instituciones encargadas de regir la elaboración del diseño de investigación, y no obedece a la decisión de la persona investigadora.

Las preguntas de investigación están relacionadas con el problema de la indagación; cada una de ellas constituye un subproblema expresado en forma interrogativa, por lo cual se genera una cadena de problemas y subproblemas, de manera que, en su conjunto, expresan lo que el investigador desea demostrar en su pesquisa.

Es importante destacar que en una tesis o trabajo de diploma no se trata de formular preguntas estériles que no conduzcan a un resultado importante, es necesario establecer interrogantes que lleven a respuestas capaces de enriquecer la pesquisa y a llegar a conclusiones acertadas sobre el tema objeto de estudio.

Cuando se habla de una pregunta investigable se hace referencia a la relación entre diferentes factores o fenómenos que pueden ser investigados, que se pueden responder recogiendo datos y analizándolos. En la indagación científica, debe tratarse de una pregunta científica investigable, es decir, de una pregunta que implique conceptos de las ciencias (Ferres, 2017, p. 2).

Una interrogante es el inicio y el eje de la investigación, no es solo un asunto semántico o de redacción. El éxito de un proceso de investigación depende, en gran medida, de la habilidad que tenga el investigador o investigadora para traducir un problema en una buena pregunta. Cuando ello se logra, lo más probable es que la pesquisa se desarrollará con una elevada calidad.

Las interrogantes no han de ser demasiado generales, porque carecen de la cualidad de posibilitar una investigación concreta; estas deben presentarse lo más precisas posible, en la cual se establezcan los límites temporales y espaciales de la pesquisa, y esbozar un perfil de la unidad de observación, la cual puede ser, viviendas, periódicos, un grupo de personas, escuelas y otros elementos similares de la realidad objetiva.

Ese perfil, aunque es tentativo, resulta de mucha utilidad para tener una idea más clara del tipo de investigación que habrá de realizarse, por cuanto constituye una guía importante para la orientación de las diferentes tareas que conlleva la ejecución del estudio que el investigador o investigadora se ha propuesto llevar a cabo. Como resulta un tanto difícil recoger en una sola pregunta todos estos elementos, es recomendable establecer otras que expresen en su conjunto el contenido necesario.

Una buena pregunta nos da las pautas para justificar de forma sólida la investigación, orienta la adecuada redacción de los objetivos, define el diseño y guía la metodología y el análisis. De una pregunta principal surgen preguntas complementarias o secundarias que, igualmente, orientan el planteamiento de objetivos específicos y el detalle de un buen plan de análisis (Trillos, 2017, p. 2).

Por ejemplo, sobre el tema: la construcción simbólica de la opinión pública, se pueden establecer las siguientes preguntas de investigación:

¿Qué papel desempeñan los grandes medios de comunicación en la construcción simbólica de la opinión pública dentro de sociedades capitalistas avanzadas?

¿Qué matrices teóricas fundamentales han formado parte históricamente del debate sobre el concepto “opinión pública?

¿Qué transformaciones de la comunicación y de la política a nivel global han incidido sobre los modos actuales de construcción simbólica de la opinión pública por parte de los medios del mainstream? (Garcés, 2007, p. 6).

Como puede apreciarse, las preguntas de investigación constituyen otro de los instrumentos del cual puede valerse el investigador o investigadora para expresar lo que quiere probar en su investigación, por lo que tiene similar propósito que la hipótesis, pero difiere de esta en cuanto al contenido y la manera de expresar las ideas.

Este análisis conlleva al razonamiento de que cada uno de estos instrumentos tiene sus especificidades, en lo cual se destaca la hipótesis por su compleja estructura; sin embargo, está presente en diversas investigaciones, ya sea por decisión de la institución que rige la pesquisa o por iniciativa de la persona que investiga.

De acuerdo con lo analizado, la persona investigadora, al declarar lo que desea demostrar en su estudio, no solo tiene que recurrir a la hipótesis, sino que también dispone de otros instrumentos como la idea a defender, las preguntas de investigación o las premisas, lo cual ofrece una variedad de categorías destinadas a tales funciones, que ofrece una marcada riqueza en ese aspecto de la Metodología de la Investigación.

No se debe perder de vista que en tal elección influyen el tema y el tipo de investigación, pero lo que se quiere mostrar es que no debe emplearse siempre el mismo instrumento, sino que se empleen otros que no son menos importantes y desempeñan las mismas funciones en el estudio.

CONCLUSIONES

En los diseños de investigación de las tesis de maestría y de doctorado, de los trabajos de diploma y otras creaciones de carácter científico, generalmente se emplea la hipótesis para que el investigador o investigadora declare lo que desea demostrar en su pesquisa, y se utilizan poco, para tales fines, la idea a defender, las preguntas de investigación o las premisas.

La idea a defender, las premisas y las preguntas de investigación constituyen instrumentos muy importantes, porque la persona puede utilizarlos como alternativos a la hipótesis para declarar lo que desea demostrar en su estudio; además, dichos instrumentos ofrecen una variedad por la que se puede optar al escogerlos.

En otros casos, ocurre que el empleo de uno y otro instrumento está estrechamente ligado a la línea metodológica que sigue la institución científica encargada de regir el diseño de las investigaciones, y no al criterio personal del investigador o investigadora, quien ha de guiarse por lo establecido y prescindir de sus opiniones individuales.

La posibilidad de emplear la hipótesis, la idea a defender, las preguntas de investigación y las premisas para declarar lo que el investigador desea demostrar con su pesquisa, constituye una riqueza de opciones que se tiene para elegir el instrumento más adecuado.

El tipo de investigación, su tema y la concepción general del diseño teórico constituyen elementos que pueden decidir si se toma la hipótesis, la idea a defender, las preguntas de investigación o las premisas para declarar lo que se desea demostrar con su pesquisa.

Constituye un error conceptual identificar la hipótesis con la idea a defender, las preguntas de investigación o las premisas, porque en realidad, cada uno de estos instrumentos tiene sus especificidades, y solo los relaciona el hecho de tener objetivos y papeles similares en la investigación, sin que ello signifique que sean una misma cosa.

La presente investigación constituye un material bibliográfico que puede ser útil para quienes se interesen por los temas de Metodología de la Investigación, a los fines de elaborar tesis de maestría, doctorado, trabajos de diploma u otros materiales de carácter científico, o con el propósito de profundizar en los conocimientos sobre la especialidad.

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Fecha de ingreso: 01/02/2022
Fecha de aprobación: 26/12/2022