Wimblu, Rev. Estud. de Psicología UCR, 16(2) 2021 (Julio-Diciembre): 179-205 /ISSN: 1659-2107
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trabajo. Los factores estadísticos contemplan: el número de artículos publicados anualmente (tamaño
de la revista), y el número de años (tamaño de la ventana de medición de la citación). Factores
cruciales, de potencial impacto, son también la preferencia por ciertas bases de datos y las dinámicas
de citación de cada disciplina.
Sarthou (2015) asimismo enumera factores que inciden directamente en la citación de un
artículo, sesgando el FI: a) cuanto más se cite una publicación, más probabilidades hay de que sea
nuevamente citada; b) coexisten diferentes dinámicas de citación, tanto entre disciplinas como al
interior de estas; c) la frecuencia de aparición, accesibilidad, visibilidad, internacionalidad, impacto,
calidad o prestigio de una revista; d) el tipo de artículo -de investigación, revisión, editorial, reseña,
capítulo de libro o libros; e) la accesibilidad de la base de datos donde se encuentra la revista y f) el
idioma.
Quizás el elemento más significativo, en lo referido a la procedencia geocultural de una
publicación, sea el idioma. Las citaciones siguen un patrón de innegable sesgo lingüístico (Sarthou
2015): “[t]odas las revistas cuyo idioma no es el inglés se citan mucho menos que las que se publican
en ese idioma” (Gonzalo Sanz 1995, 85), a pesar de que sean de indiscutible calidad y relevancia
científica. Esto sucede, indica Sarthou (2015), con mayor frecuencia en las ciencias sociales y las
ingenierías. No obstante, un ejemplo clásico de esta brecha se deriva de las ciencias médicas donde, a
nivel mundial, tres artículos escritos en inglés han sido citados más de 100.000 veces cada uno. En
contraposición, el artículo más citado en español sumaba 561 citaciones (López, et al. 2016).
En el contexto de países de habla no inglesa, el culto por el FI implica renunciar al propio
idioma (Alfonso y Sanchís 2015). Para Gonzalo Sanz (1995) este sesgo lingüistico se constituye en
mecanismo de colonización idiomática. Aunque a priori pueda parecer un criterio de valoración
objetivo (Gonzalo Sanz 1995), hay consenso en cuanto a que el FI es un indicador “obsoleto,
manipulable, representativo del culto a lo cuantificable, lastrado por la lentitud de los procesos
editoriales, que no se hace cargo de la disparidad entre el impacto científico y la relevancia social, ni
es representativo de la calidad o el mérito de una publicación científica” (Fernández et al., 2011, 247).
Como si fuera poco, al procurar la publicación en revistas internacionales con FI altos, en detrimento
de las “revistas cercanas disciplinar y geográficamente”, personas investigadoras priorizan el mérito
curricular sobre la utilidad del conocimiento, impidiendo que “revierta sobre los ciudadanos el
beneficio de una investigación financiada con sus impuestos” (Ibid.)
En vista de lo anterior, los Diez Principios del Manifiesto de Leiden (Hicks et al., 2015)
constituyen una propuesta “de buenas prácticas en evaluación basada en indicadores métricos para que