Wimblu, Rev. Estud. de Psicología UCR, 17(2) 2022 (Julio-Diciembre): 53-76 /ISSN: 1659-2107
68
“pureza” sexual; ella manifiesta que ya no es virgen desde el momento que expresa creer
estar embarazada (que implicaría una relación sexual coital, sin ella estar casada en ese
momento), lo que pudo haber sido muy mal visto por el joven (nuevamente, teniendo en
cuenta el contexto cultural). Y efectivamente, Reiko no era virgen, pero incluso más que esto,
su pérdida de “pureza” había sido a causa de una violación por parte de su primo (y en ese
momento prometido), Shu, además de diversos acercamientos sexuales con su hermano
mayor. Aquí surgen dos aristas más sobre la “impureza”: el incesto, que en muchos lugares
del mundo se conoce como un acto de corrupción corporal y espiritual, en sentido de que las
relaciones románticas y/o sexuales entre dos personas provenientes de la misma familia
puede llegar a verse como una blasfemia completamente en contra de las leyes culturales; y
por otro lado, la violación, un acto sexual no consentido, que se suele vincular con un efecto
de “ensuciar” a la persona víctima: desde físicamente, hasta su percepción sobre sí misma y
la de otras personas sobre ella.
Con esto, es posible ver como Reiko pudo llegar a percibirse a sí misma como una
mujer “impura”, un ser “sucio” que deseaba ser “limpiado” de todo aquello: de ya no ser
virgen, del incesto y de la violación; etiquetas que, de conocerse, la podían marcar como una
“desgracia social” y probablemente la hacían sentir a ella como justamente eso, una desgracia
impura de la sociedad. Por este sentimiento, se infiere que el inconsciente de Reiko buscaba
formas de limpiarse, de purgarse de toda esa “corrupción” que vivía dentro de ella. ¿De qué
manera? Por medio de sus “síntomas de embarazo”, particularmente, el vómito. La acción de
vomitar consiste en expulsar del cuerpo, de manera abrupta, contenido del estómago, lo cual
usualmente involucra una sensación de asco previo y posterior al acto. Teniendo esto en
cuenta, se podría considerar que Reiko, al desarrollar un síntoma de vómito por creer estar
embarazada, envía un mensaje de querer purgarse a sí misma; sacar de su cuerpo esa
“impureza” que la atormenta.
Habiendo visto todo lo anterior, es oportuno retomar la razón de que este sentimiento
agobiante de “impureza” surja en Reiko: su novio, Ryuichi Egami. Es cuando Reiko empieza
a tener una relación romántica con él que esta inquietud nace, y se va fortaleciendo a medida
que el momento donde tienen su primer encuentro sexual se aproxima, siendo su llegada un
punto culminante para la preocupación de Reiko; esto es expresado por ella misma, de