Wimblu, Rev. Estud. de Psicología UCR, 18(1) 2023 (Enero-Junio): 83-100 /ISSN: 1659-2107
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citó en Chacaltana, 2019). La variedad de estudios con un diseño correlacional-causal
entre los dos constructos se resalta individualmente gracias a la relación con otras
variables añadidas a las investigaciones. Un ejemplo de lo mencionado anteriormente es
que se puede considerar el estrés académico, el cual se encuentra presente en la vida de
los estudiantes día a día dadas las actividades académicas que deben llevar a cabo, desde
sus exámenes parciales a ensayos, exposiciones, entre otros (Chacaltana, 2019).
En un estudio realizado en el año 2016 en la ciudad de Lima, Perú, un grupo de
investigadores decidió investigar la relación entre procrastinación, bienestar psicológico
y estrés, esta última variable medida con un cuestionario de afrontamiento de estrés. En
este estudio no se encontró una correlación entre la procrastinación y el afrontamiento al
estrés, tampoco la hubo entre bienestar psicológico y el afrontamiento al estrés, lo que
concluye que no existe una relación estadística entre las tres variables, pero sí se halló
una influencia desde la procrastinación sobre el bienestar psicológico, dado que los
estudiantes menos procrastinadores tendían a tener un mayor bienestar psicológico que
los más procrastinadores (Yarlequé Chocas et al., 2016).
Por otro lado, pero con un enfoque similar, un estudio de la universidad privada
de Chincha, Perú, decidió relacionar las variables procrastinación académica, bienestar
psicológico y estrés académico, esta vez el enfoque del estrés fue como una variable de
contexto educativo. El instrumento de medición utilizado fue una versión adaptada a Perú
del inventario SISCO de Estrés Académico con tres factores: Estresores, Síntomas y
Afrontamiento. Los resultados de este estudio fueron diferentes a los del anterior
mencionado, ya que, si se halló una relación estadísticamente significativa entre las tres
variables, dado que a mayor procrastinación existía un menor bienestar psicológico y dada
la postergación académica que proviene de la procrastinación incrementaban los síntomas
estresores (Hernández, 2020).
Del mismo modo, otra variable que se ha tenido en cuenta en estas investigaciones
es la ansiedad, dada la preocupación que sienten los estudiantes al ser evaluados y/o la
abrumación por una mala administración de su tiempo (Estremadoiro et al., 2021). Un
estudio realizado en estudiantes de Lima del área de Ciencias de la Salud en 2018, buscó
relacionar la procrastinación académica con la variable ansiedad dando como resultado
una relación significativa entre ambas variables, dado que aquellos estudiantes que
postergan sus actividades académicas experimentan mayores niveles de ansiedad. Otra
variable a tener en cuenta en este estudio fue la de “sexo”, dado que los hombres