Wimblu, Rev. Estud. de Psicología UCR, 18(2) 2023 (Julio-Diciembre): 49-54/ISSN: 1659-2107 ISSNe: 2215-6712
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¿Qué lugar habito después de la muerte?
¿Soy acaso yo?
Melancolía continua......
What place do I live after death?
Is it me?
Continuous melancholy......
Hablar de la muerte, requiere hablar de la vida y del derecho inherente que se nos
otorga de poner los pies en esta tierra, transitar por estos parajes, respirar este aire,
permanecer (definidamente), en otras palabras, estar: la poderosa fuerza de existir. Un existir
conformado por una multiplicidad de elementos que van constituyendo con fuerza la “vida
que se quiere vivir”, algo que se podría denominar: la bondad de vivir.
Al mismo tiempo y durante el mismo transitar, el camino va mostrando parajes
inusuales, lugares recónditos, intersecciones ocultas, lugares del sin-sentido que permiten
que afloren nuevas posibilidades del pacto entre la vida y la muerte; entre ellas el espacio a
la posibilidad de plantear la bondad de morir, como fuerza esencial del derecho a la
compasión con el cuerpo, con la mente, con el corazón y no con el temor eterno de dejar de
existir. La disposición de reconocer y darle lugar a la existencia de vidas que transcurren con
el único objetivo de morir y cuyos transitares suelen ser penosos, dolorosos, solitarios e
incomprensibles.
Este preámbulo es la referencia para acercarnos a la posibilidad de encarar la muerte
que se escapa de la ley natural, como una posibilidad de bondad, la cual se funda en principios
de dignidad humana y derecho a una muerte digna (entre otros), con la finalidad de poner el
tema sobre la mesa con nombre propio: eutanasia. Esta última etimológicamente está
conformada por las palabras griegas, eu (bien) y thanatos (muerte), cuyo significado sería el
de «buena muerte».
Es a partir de esta premisa que se plantea la apertura a la discusión sobre la ley
universal que define la vida y como en ocasiones se es evaluada desde una única posición Es
por esto importante reconocer que el temor y el tabú alrededor de la eutanasia y la dificultad
para legislar al respecto tiene un fuerte fundamento en la concepción judeocristiana dentro
de la cual se han desarrollado la mayoría de creencias religiosas del continente americano,