Wimb lu, Rev. Estud. de Psicología UCR, 19(2) 2024 (Jul-Dic, publicación continua): 1-9
ISSN: 1659-2107 ISSNe: 2215-6712
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En el acting out no se trata de significantes cuyo significado quedan opacos, se trata más bien
de la exhibición de un significado muy claro, como el que se muestra en la viñeta, pero cuya causa
constituye lo que es enigmático para el sujeto ―a veces, también para el analista―. Es un acto que
tiene lugar con carácter inmotivado, a pesar de tener su causa. “El acting out contiene siempre un
elemento altamente significante, precisamente porque es enigmático” (Lacan 1958, 428). En esta
misma línea, Laurent (1994) hace hincapié en el concepto de acting out como recurso, usualmente
impulsivo, que encubre una intención profunda que necesita ser descifrada.
Lacan plantea: “El acting out es esencialmente algo, en la conducta del sujeto, que se muestra.
El acento demostrativo de todo acting out, su orientación hacia el Otro debe ser destacado” (Lacan
1962, 136). Asimismo, Soler (1988) hace alusión al concepto de acting out como un modo de
comunicación entre el sujeto y el analista, donde se escenifica algo que no puede ser dicho vía la
palabra. El acting out no es sin un Otro al cual se le dirige. A diferencia del acting out, el síntoma ni
es llamada al Otro, ni es lo que muestra al Otro. El síntoma es goce, y "no los necesita a ustedes como
el acting out, se basta a sí mismo". Este último, en cambio "es la transferencia salvaje". De ahí el
problema planteado de cómo domesticarlo, "cómo se hace entrar el elefante salvaje en el cercado,
cómo poner el caballo a dar vueltas en el picadero" (Lacan 1962, 139).
A su vez, se diferencia del pasaje al acto, comprendido como caída de la escena; en este no
existe llamado, sino más bien una ruptura abrupta con la escena simbólica, una salida del campo del
Otro que implica una acción que no busca ser interpretada ni dirigida a un interlocutor. "Todo lo que
es acting out debe oponerse al pasaje al acto" (Lacan 1962, 135), ya que el primero implica un
sostenimiento. Lacan lo ejemplifica con un llevar de la mano; es una forma de comunicación que
―aunque desafiante― mantiene al sujeto en relación con el Otro. Por el contrario, el pasaje al acto
es una ruptura que deja al sujeto fuera del circuito de la palabra y la simbolización.
La pregunta central es cómo intervenir. Al respecto, Lacan recorta tres intervenciones que
señala como inadecuadas: aunque el acting out se ofrezca a la interpretación, niega la pertinencia de
interpretarlo como uno lo haría frente a un síntoma o formación del inconsciente. En segundo lugar,
señala que no se debe prohibir y, por último, indica no incurrir en un reforzamiento del yo (Lacan
1962). El acting out se vincula con “la opacidad de lo reprimido” (Lacan 1960, 374-375), de allí que
prohibir un accionar carece de sentido, ya que lo reprimido continuaría insistiendo.
La analista, en el caso de Florencia, opta por intervenir corriéndose de la serie de personas
que la defraudaron en el pasado, y poniendo lo sucedido a trabajar. Al consultarle por su deseo de