Resumen
El conflicto entre la vida y la muerte, es expresado psicoanalíticamente por la relación entre Eros y Tánatos. El nacimiento nos empuja a la vida, donde el “Trieb” consiste en procurar la satisfacción de nuestras necesidades, difícil tarea pues son ilimitadas. Desde la perspectiva Freudiana de 1920, la vida es fuente de dolor, desorden, caos, tensión de la cual el sujeto inconscientemente buscará librarse. Así, el actuar de la Pulsión de Muerte dirigirá todo su esfuerzo en eliminar aquello que aumenta la tensión psíquica, tratando de reducirla al mínimo (Estado de Nirvana). Así, como cualquier otro instinto, la Pulsión de Muerte buscará la satisfacción, esa que de forma completa solo le es posible a través de la muerte, el grado cero de la tensión, ese estado de paz que ha precedido a la estimulación, es decir, la recuperación de un estado de alivio anterior. Para llegar a ello la Pulsión de Muerte, presente y manifiesta en el inconsciente del sujeto, va a crear una infinidad de formas de muerte. Miles de caminos por los cuales el sujeto transitará hacia un destino fatal, siendo esto una clara señal de su nostalgia inconsciente por la armonía que disfrutaba y luego perdió.Comentarios
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