Resumen
Resumen:
En Costa Rica, más del 60% de la población vive en áreas urbanas, la mayoría en la Gran Área Metropolitana (GAM), la cual está compuesta por cuatro ciudades y sus periferias, que en décadas recientes han empezado a crecer y juntarse. La cultura de construir edificios, predominantemente de uno o dos pisos de altura, aunado a un incremento en la percepción de inseguridad, ha llevado a una preferencia de residir en comunidades cerradas en los suburbios y, paralelamente, al abandono de los centros urbanos históricos. Este tipo de crecimiento poco homogéneo, en gran parte estimulado por una falta de planificación y regularización urbana, ha causado problemas sociales, económicos y ambientales. La GAM se ha convertido en un hibrido “rurbano” espacialmente fragmentado y socialmente segregado. La fragmentación espacial, con su separación de funciones, es un reflejo de la segregación social dentro de la sociedad y, al mismo, tiempo la profundiza y crea una percepción de inseguridad. Como consecuencia, la imagen urbana fragmentada se incrementa ya que la gente empieza a aplicar medidas más extremas de “seguridad”, así como abandonar los espacios públicos y refugiarse en sus propios mundos de vida. Este círculo vicioso de la fragmentación especial y segregación social forma la espiral descendente de la calidad de vida dentro de la urbe, rurbe o ex-urbe de Costa Rica.
Abstract:
In Costa Rica more than 60% of the population is living in urban areas, the majority in the Greater Metropolitan Area (GAM), which is composed of four cities and their peripheries that, in recent decades, have started growing together. The culture of constructing buildings of predominantly one or two floors of height, together with an increased perception of insecurity, has led to a preference of residing in gated communities in the periphery and the parallel abandoning of the historical urban centers. This type of inhomogeneous growth, largely stimulated by a lack of urban planning and regulations, has lead to social, economic and environmental problems. The GAM has become a spatially fragmented and socially segregated “rurban” hybrid. The spatial fragmentation with its separation of functions is a reflection of the social segregation within society and at the same time increases it, leading amongst others to a higher perception of insecurity. Consequently, the fragmented urban image is augmented, as people start to implement stronger measures of “security”, abandon public spaces and withdraw themselves into their own and individually controlled life worlds. This vicious circle of spatial fragmentation and social segregation forms a downward spiral of life quality within the Costa Rican urbe, rurbe or ex-urbe.