Resumen
En cualquier sociedad democrática, el sistema judicial constituye un pilar fundamental sobre la cual se asienta la institucionalidad del sistema. Al respecto De Esteban sostiene “la noción de Estado de Derecho que se desarrolla en el S.XIX bajo la influencia alemana, implica la sumisión del conjunto de poderes del Estado al orden jurídico, y todos lo autores coinciden en que uno de los requisitos ineludibles para la vigencia de un Estado de Derecho es la existencia de una administración de justicia.” De esta manera, el Estado se asegura la libertad del órgano juzgador para resolver conforme con su entendimiento de la Constitución y la ley en general. La independencia judicial es la condición objetiva que permite ejercer la jurisdicción sin presiones, amenazas, sujeciones o interferencias. De allí que, en el ejercicio de la función, las juezas y los jueces deben ser independientes frente a las partes, la sociedad, frente a los restantes órganos del Estado, frente a otros juezas o jueces, magistradas, magistrados y, personas funcionarias administrativas.