Resumen
Entre 1974 y 1978 la Teoría de las Situaciones Matemáticas ha permitido observar y modelar los efectos locales del uso sistemático de pruebas de logro académico sobre las decisiones didácticas de los profesores de matemáticas, y también los efectos de estas decisiones sobre los logros mismos. El modelo permitía prever ciertas consecuencias de la reiteración del proceso: la sub evaluación de los resultados, el encajonamiento en métodos conductistas, la disminución efectiva de la competencia de los alumnos y, en respuesta, la presión creciente que se ejercería sobre los actores, profesores, alumnos y padres, y que realimentaría el proceso. El resultado de estos primeros estudios fue presentado en la Conferencia Interamericana de Educación Matemática de 1979.
Posteriormente, el modelo ha podido aplicarse a otros dominios y a otros actores de la educación. El involucramiento de diversas instituciones científicas, políticas y sociales en la enseñanza, ha amplificado los efectos de estos fenómenos a través de una multitud de proposiciones y reformas poco apropiadas, las cuales conducen siempre a más individualización y a más explicaciones y soluciones sicológicas, y siempre a más dificultades. Estos nuevos resultados fueron expuestos a la comunidad científica en el ICME de 1996, en Sevilla. El fenómeno ha tomado proporciones que conducen a buscar hoy soluciones cada vez más radicales y alejadas del punto focal de la enseñanza: la relación didáctica a propósito de un saber preciso, en condiciones determinadas. Hoy, los retroinnovadores creen poder “restablecer” las condiciones “iniciales” mediante el uso exacerbado de estas pruebas, uso asociado a coerciones más fuertes y rechazando todas las reformas y los progresos logrados desde hace treinta años.