Resumen
El hombre ideal es el que lleva a la total espontaneidad en el saber, a la esperanza en la vida práctica, y al goce o disfrute en la vida aquí. Con esto la filosofía de Kant llega a su madurez: el proyecto filosófico ya plenamente realizado. La metafísica no puede ser ciencia sino sabiduría; si según la ciencia el científico ordena la materia, el filósofo no puede ordenar los ideales sublimes de la metafísica. En Kant eso va a ser la metafísica: aquello que de alguna manera me limita, ejerce sobre mí una violencia, una represión, que va a ser el imperativo categórico como expresión del deber moral en la razón práctica. En Kant no hay una perspectiva histórica; el filósofo es todavía el sabio en el sentido antiguo de la palabra, un contemplativo solitario.Comentarios
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