Resumen
El pensamiento político de Pío XII con respecto al positivismo jurídico y al estatismo se define en el punto de inserción de dos circunstancias muy concretas: su condición de jefe Visible de la Iglesia Católica por una parte y, por otra, las peculiares circunstancias históricas, sociales y políticas en que le correspondiera vivir como hombre y gobernar como Papa.
Por razón de lo primero, la doctrina del Pontífice se injerta, como es natural, en la de la Iglesia. Desde este punto de vista no es ni puede ser radicalmente original.
Esto no obstante, el Papa Pacelli no podía menos que dejar la "impronta" personal e individual del hombre superior que lleva a la esfera de la vida pública al servicio de una institución la brillante inteligencia, penetrante visión y excepcional preparación que universalmente le fueron siempre reconocidas. Así Eugenio Pacelli engendró a Pío XII y perfiló su doctrina, con matices eminentemente personales. Fue su caso el de una extraordinaria personalidad que sostiene, nutre y casi aventaja la institucionalidad de un "oficio" de las gigantescas y bimilenarias dimensiones del papado.