Resumen
En este artículo se explora el papel que jugó Porfirio Díaz dentro de la masonería y su relación con dicha institución. Se analiza una de las historias que comprueban que Díaz logró ciertos beneficios gracias a su afiliación masónica desde antes que fuera presidente de México. Esta historia narra la manera en que Díaz logró entrar de contrabando a México con la ayuda de un hermano masón en 1876, después de su breve exilio en Nuevo Orleans a bordo del buque de vapor, “City of Havana”. En un principio se pensaba que ésta era simplemente una leyenda más del folklore que envuelve a la masonería. Sin embargo, dos testimonios, ambos de masones que iban en el mismo barco ratifican la historia que incluso el mismo historiador de la masonería norteamericana, William Deslow, catalogaba como un incidente, “no verificado.”
Asimismo, se describe cómo Díaz promovió la unificación de las logias del rito escocés en una institución que se llamó La Gran Dieta Simbólica. La razón principal por la cual Díaz promovió tal unificación, como se afirma en este artículo, fue para llevar a cabo su plan de pacificación nacional. Díaz sabía que tenía que obtener el control de la masonería para evitar que ésta le causara problemas para lograr el orden y progreso que caracterizó a su gobierno. Por tal motivo, el dictador siempre vigiló que ni la masonería, ni cualquier otra institución que hubiera podido tener cierta influencia en la sociedad estuvieran fuera de su control.