Abstract
Resumen
La transformación urbana de Barcelona, a partir de la transición de la dictadura hacia la democracia en los años setenta y hasta nuestros tiempos, ha pasado por una serie de procesos a los que se les ha llamado Modelo Barcelona. Estos procesos son referentes a los tiempos específicos en que se implementan y a las coyunturas políticas, económicas y sociales contemporáneas a ellos. El llamado modelo Barcelona, parte de una premisa de hacer proyectos puntuales para necesidades urgentes como respuesta a los reclamos ciudadanos; se prioriza el espacio público en las actuaciones como vía para capitalizar la ciudad y generar cohesión social y urbana. Este primer planteamiento evoluciona en una planeación estratégica coadyuvante de los procesos de desarrollo urbano con miras a convertir la ciudad, en sede de los Juegos Olímpicos de 1992 e instrumentar los futuros proyectos de la ciudad. Se manifiesta, en esas actuaciones,
un urbanismo democrático, que respondía de manera consensual a las necesidades tanto ciudadanas como de conexión y cohesión urbana del territorio. Este urbanismo democrático se enfrenta de cara al siglo XXI, a un desarrollo de la ciudad en donde los municipios pierden autonomía en la puesta en práctica de proyectos urbanos para cederla a inversores privados que priorizan la especulación y han generado un urbanismo fragmentado, de objetos arquitectónicos aislados que entorpecen la continuidad territorial y su consecuente cohesión urbana. Este ensayo pretende reflexionar sobre los distintos procesos del modelo, los logros a nivel social y de la continuidad territorial, y los desvíos del camino democrático del nuevo urbanismo barcelonés.
Abstract
Barcelona’s urban transformation in the democratic process, since the late seventies, has undergone a series of processes that have been called the Barcelona Model. These processes belong to specific time and political frameworks, as well as economic and social specific characteristics. Therefore, the first stage of the Barcelona Model is the small interventions one. Projects of urgent need, in response to the citizens’ claim, prioritizing the public spaces, in order to strength the social and urban cohesion. This stage evolved into a strategic planning reinforcing the urban development process looking towards Barcelona hosting for the Olympic Games, in 1992. The strategic planning involved also the future projects after the 1992. A democratic urbanism is manifested in those early projects and processes, where local government civil society and projects implementation where in the same path, working towards a better city, better connected and with an urban and territorial cohesion. Facing the new XXI century, this democratic urbanism faces another type of urbanism were local governments loose power in front of the private investors that prioritize speculation and generate fragmented projects and urban interventions, isolated architectural projects, hindering territorial continuity and its consequent urban cohesion. This paper aims to consider the various processes of the Barcelona Model, its achievement in the social and territorial continuity, and the deviations from the democratic path of the new Barcelona urbanism.