Abstract
Resumen
Este ensayo analiza el auge de la "ecociudad" dentro de un amplio contexto político e histórico. Exponiendo así no solo lo que la "ecociudad" representa por sí misma, sino también una tendencia, dentro de la historia del urbanismo y de la arquitectura moderna, que la liga estrechamente a la dialéctica de crisis y reforma. De esta misma manera, se examina la relación entre la retórica de la sostenibilidad y la representación del proyecto, la cual hoy en día parece dominar el diseño mismo de la "ecociudad" una invención cuya consistencia física siempre parece eclipsada por sus promesas éticas universales. La consecuencia de ese tipo de pensamiento, el cual es criticado típicamente por no cumplir completamente con sus promesas, señala un problema aun más profundo. Un problema que ha acompañado al proyecto urbano tal vez desde el siglo diecinueve, y solo ahora, ante la persuasión ideológica de la globalización y el libre mercado del capitalismo, adquiere claridad. El argumento que se expone aquí es precisamente que al responder a la crisis ecológica a través de nuevos modos de urbanización, se desplaza a la verdadera crisis (ecológica) al ser sustituida por una sugerencia distinta y más sutil: la "verdadera" crisis que confrontamos es el colapso del capitalismo liberal.
Abstract
This essay attempts to frame the rise of the "eco-city" within a larger political and historical context in order to expose not only what the "eco-city" itself represents, but also to uncover a certain tendency within the history of modern architecture and urban design, tied to the dialectic of crisis and reform. In so doing, it examines the relationship between rhetoric and representation that now seems to dominate the actual design of an "eco-city" itself gure whose physical consistency always seems overshadowed by its universal promises of ethical goodness. The consequences of such thinking, which are typically criticized for not delivering completely on its promises, point to a much deeper problem at handone which has accompanied the urban project since perhaps the nineteenth century, and is only now, within the ideological white-wash of globalized, free-market capitalism, becoming clear. I will argue that precisely by addressing the crises of ecological catastrophe through a new mode of urbanization, the true (ecological) crisis is displaced and is substituted by a far different, more subtle suggestion: that the "real" crisis we face is the collapse of liberal capitalism itself.