Abstract
Se vive actualmente una cultura del odio, del miedo y del enemigo. Una política criminal alternativa frente a ello debe ser participativa, emancipadora, alternativa a la prisión, no violenta, proclamada desde los oprimidos. Una política criminal liberadora deben ser participativa, descentralizada, plesbicitaria, antirrepresiva, interdisciplinaria y con garantía del derecho a la diferencia.Comments
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