Resumo
La memoria de rostros y el reconocimiento emocional son procesos de gran interés para la psicología contemporánea. Desde la aparición del modelo de Bruce y Young en 1986 se han realizados importantes avances en la comprensión de los mecanismos que determinan estos procesos; para ello los investigadores se han apoyado en herramientas como la neuroimagen funcional y el registro de potenciales evocados. Esto ha propiciado la existencia de un mayor conocimiento de la memoria de rostros y el reconocimiento de emociones, facilitando su utilización en diversas áreas aplicadas. Este trabajo sintetiza los principales avances en este campo y su importancia para la psicología contemporánea, transitando desde las distintas posturas teóricas existentes hasta las bases neurales implicadas en los procesos.