Resumen
Desde que en 1863 se demostró que la pérdida de fluidos era la causa de decesos de los pacientes quemados, se ha establecido un sinfín de fórmulas y opciones terapéuticas con la idea de mejorar la sobrevida de estos pacientes. La fórmula de Parkland y la utilización de lactato de Ringer, han sido las dos medidas que mejores resultados han obtenido. La utilización de oloides y soluciones hipertónicas así como gelatinas, han sido objeto de análisis, sin embargo no han demostrado mejorar la sobrevida de los pacientes, por el contrario los efectos adversos han quedado plasmados en distintas revisiones y ensayos médicos.
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