Resumen
El ballet durante el siglo XX se vio sujeto a transformaciones expresivas por la necesidad de mantener vigente un género con más de dos siglos de antigüedad y que parecía ajeno a las exigencias de entonces. Así, la danza se fue transfigurando, rebelándose contra su manifestación clásica. Se rompieron los esquemas rígidos de su cuerpo técnico en pro de una liberación creativa con coreógrafos, bailarines y maestros capaces de organizar un nuevo sistema técnico y estético que dio forma a la danza moderna y contemporánea. Ambos géneros dancísticos, ballet y danza contemporánea, consiguieron tolerarse y comprenderse, dando origen a la danza clásica contemporánea, desde finales del siglo XX y con toda su riqueza estética en el siglo XXI, como un nuevo estilo coreográfico que llegó a México, en este caso, con la ejecución de tres obras por parte de la Compañía Nacional de Danza (CND), lo que da cuenta de su vigencia en nuestro siglo.