Resumen
La metáfora de la ciudad como libro abierto despierta la curiosidad de un paseante-lector, ávido por descifrar el enigma urbano. Caminar es un acto poético que ha quedado ejemplificado a través de la figura del flâneur, paseante urbano por excelencia, quien a cada paso toma contacto directo con la ciudad y extrae de ella un relato. A partir de la premisa de que la ciudad es un texto y caminar una forma de lectura y escritura, el presente artículo propone la recuperación de la figura del flâneur moderno para adaptarlo a contextos posteriores, especialmente, aquellos generados por el uso de las tecnologías. En estos contextos, la actualización del flâneur va a permitir abordar un conjunto de prácticas artísticas contemporáneas, donde los creadores asumen su actitud para promover diferentes lecturas de una ciudad palimpsesto. Finalmente, se expone un proyecto personal donde se hace un uso creativo de la tecnología móvil para reivindicar la presencia en las calles como forma de enriquecimiento de la experiencia urbana. De esta manera, cuestiones como la vigilancia y el control que vienen dadas por la tecnología son subvertidas a través del arte, que se sirve del potencial de los medios locativos para proponer una apropiación poética del espacio.