Resumen
Si, acaso, el yo se encuentra ya-ausente, si es un tardío aparecer-se que desfigura la duplicidad cartesiana, una no-inmanencia constante, entonces, su manifestar-se transforma el κόσμο (mundo) o, quizá, sea el ser mismo quien, arrojado al mundo, en su estado de yecto, opera una μεταμόρφωση (metamorfosis), pues, ahora, al concretarse en su existencia, el universo mismo, asfixiante, misterioso, hace frente y, sin embargo, es, como si, toda existencia estuviese de más y todo explanar, postrero, fuese la aciaga constatación de la sinrazón de todos los existentes, la elucidación, ulterior, a la absurdidad revelada. ¿El yo es la esencialidad previa para la comprensibilidad del universo o no-es substancia condicionante, pues, es ahí y en ese ahí aparece, genuinamente, lo injustificado?