Abstract
Me encuentro hoy aquí para cumplir con un rito, ya bicentenario, el de pronunciar el discurso de incorporación a fin de cumplir con este requisito de académico de número. Algo semejante a la vela de las armas, pero no para imitar a Amadís de Gaula o don Galaor, que fue muy discreto caballero, sino para rendir homenaje a otro Don Quijote. No nos hallamos como aquellos, en el espacio del castillo, y bajo las estrellas del Camino de Santiago, sino como éste, en el patio de una gran venta de un país en vías de desarrollo, y bajo otras estrellas.
##plugins.facebook.comentarios##
Downloads
Keine Nutzungsdaten vorhanden.