Resumen
Este artículo es un testimonio vivido por el autor y pretende recordar y rescatar una festividad religiosa realizada en el pasado con gran celebración y que ahora ya no lo es tanto. La festividad se daba en el barrio josefino Los Ángeles y se conmemoraba a finales del mes de agosto en honor de una réplica de la estatua de La Negrita o Nuestra Señora de los Ángeles, como la de Cartago. La festividad incluía una novena previa al día de la celebración principal; una serenata efectuada las vísperas de la fiesta y una procesión solemne en la mañana del propio día de la fiesta. La serenata se realizaba desde una cierta hora en la noche hasta otra determinada antes o después de las doce medianoche o inclusive hasta después en la madrugada. La serenata incluía mariachis, bailes folclóricos, tríos y solistas que interpretaban canciones populares y religiosas en honer de la Virgen. La procesión consistía en el paso de la imagen tomada del altar mayor de la capilla y era entronada en una carroza hermosamente decorada. La procesión se daba por las calles principales del barrio, las cuales también se revestían de diversas clases de ornamentaciones. Los adornos de las calles variaban desde globos, pintura de calles, flores, papeles de colores, plantas y otros. Durante la procesión, la carroza se llevaba en andas por bomberos, oficiales de policía u otros y se acompañaba de niños vestidos de ángeles llevados también en andas y de niñas quienes caminaban y esparcían flores al paso de la procesión. En la procesión, también se veían desfiles de colegiales y bandas.Comentarios
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