Abstract
Creo que es conveniente adoptar una definición de valor, sin prejuicio de que durante el desarrollo del trabajo nos veamos obligados a sustituirla por otra, si las exigencias del mismo nos obligaran a ello. En calidad de por ahora, pues, se podría decir con Abbagnano, que valor es en “general, todo objeto de preferencia o elección”.
En la existencia del hombre encontramos dos aspectos diferentes: la capacidad de conocer y la capacidad tenencia, que es dinámica, activa y realizadora. El hombre no s ni una concepción estática y plenamente realizada ni tampoco un fenómeno simple que se arrastra sin sentido en el fluir de la historia y la realidad. Desde la consideración del hombre como un ser biológico, a través de su sentido exterior fundamental, el tacto, el hombre siente y logra dividir lo que le causa placer de lo que le produce dolor. También a través de su instinto capta lo que es nocivo o perjudicial para sí mismo y para toda su especia. En la capación de esta circunstancia vemos que el hombre persevera valores para sí y para su especie y los capta de manera irreflexiva y preintelectual.