Abstract
El día 18 de abril de 1978 culminó con éxito largo y trabajoso proceso de negociaciones sobre el Canal de Panamá.
La construcción y explotación de esa formidable vía interoceánica estuvo regida por la llamada Convención del Canal Ístmico, firmada en Washington de 1930, por el Secretario de los Estados Unidos de América, Mr. Hay, y por un aventurero francés que usurpó la representación panameña, Philipe Buneau-Varilla. La Junta de Gobierno que provisionalmente había asumido el mando al declararse sólo tres semanas antes de la independencia panameña, no tuvo más remedio que ratificar ese tratado injusto, ante la amenaza velada que se le hizo si la nueva República se atrevía a desconocer la firma del primer plenipotenciario que había nombrado al iniciar su acción internacional.