Abstract
“De la virtud que hace regalos” forma parte de la primera sección de la gran obra nietascheana, y en particular, es la pieza que cierra dicha sección. Ahora, si planteamos la hipótesis, plausible a todas las luces, de que Nietzsche no tendría en aquel entonces la intención de continuar la redacción de su “Zaratustra”, resulta que ella adquiere un mayor significado. En efecto, considerando como conclusión, este discurso podee el sentido de una recapitulación total, y por consiguiente, su retorno a los temas principales del Prólogo: la muerte de Dios, el anuncio del superhombre, el sentido de la tierra, evidencia ser algo más que una forma retótica. Por otra parte, su tema clave: la virtud curativa y la tierra trasnformada en lugar de curación, abre la puertaa una serie de posibilidades futuras, tanto literarias –continuación de la préica de Zaratustra en sus retornos a los hombres y en su cueva de la montaña, cuarta parte. Como doctrinales del inmenso valor en el pensamiento niestzscheano. Posibilidades en las que Nietzsche seguirá trabajando durante el resto de su existencia consciente. Mas, en este discurso estará el núcleo de todo lo futuro.