Abstract
El Istmo Centroamericano se ha debatido, a partir de su Independencia del Gobierno Español, entre dos fuertes corrientes que han configurado su devenir: la vocación a la unidad y el espíritu localista.
La primera alimenta todos los impulsos de unidad frustrados a su vez por las consecuencias de una estructura colonial separatista. El segundo trata de afirmar el espíritu nacional de pequeñas entidades geo-políticas que tratan de ganar su asiento en el concierto de las naciones en el difícil clima decimonónico ante la presencia envolvente de las grandes potencias
Así durante la colonia Centroamérica se desarrolló muy lentamente frenada por una política de compartimientos estancos que trató de mantener aislados a los distintos núcleos de población en la Capitanía General de Guatemala. A esto se agrega el deseo de afirmar la hegemonía guatemalteca. En forma sistemática se obstaculizó el comercio entre las parcelas centroamericanas. Ayudó configuración geográfica que no se vio neutralizada por una agresiva política de fomento de obras de infraestructura que actuasen como vasos comunicantes.