Abstract
Erizada de reformas, la Ley de Impuesto sobre la renta no ha tenido fácil ni reposada existencia. Su nacimiento se remonta a la ley N° 837 de 20 de diciembre de 1946. Es una legislación poco explorada, adolescente, con 19 años y 13 reformas, que se resiente del antagonismo de las ideologías político-sociales. Encierra una serie de conceptos que en la ciencia económica tiene un valor relativo (en el sentido de correlación) y en las ideologías políticas el calor característico de los prejuicios. Sufre, de reflejo, la confusión que se ha mantenido durante décadas, a veces deliberadamente, entre las aspiraciones teleológicas y las leyes económicas. De ahí que en torno al impuesto de la renta no exista una doctrina clara, uniformemente admitida y vacunada contra las influencias demagógicas, que ofrezca conceptos bien pulidos por la jurisprudencia o por las llamadas doctrinas económicas; y de ahí que la mayor parte de sus postulados y fundamentos sea de carácter polémico. Agrava la situación la disputa de las corrientes político-sociales que dividen al mundo y la resistencia que ofrecen las convicciones ideológicas, sin descartar las bien intencionadas y honestas, a un acercamiento hacia los modernos y positivos adelantos de la ciencia económica.