Abstract
En esta modesta colaboración para la Revista de Ciencias Jurídicas, nos proponemos hacer un análisis acerca de la institución del jurado, la forma como funcionó en nuestro país, para terminar comentando dos fallos, en nuestro criterio equivocados los dos. Ambos procesos tienen una íntima relación entre sí, y podría afirmarse que el desacertado fallo en el primero, trajo como consecuencia el segundo, también desacertadamente resuelto. El primer negocio judicial se refiere al que se instauró contra el licenciado don León Fernández y Bonilla, don Santiago de la Guardia y don Carlos Federico Willis, con motivo de haberse batido en duelo a muerte el primero de ellos con el doctor Eusebio Figueroa, quien resultó muerto en el lance, y los otros dos por participación en el mismo en condición de padrinos. Y el segundo seguido contra don Antonio Figueroa y Espinach (menor de edad e hijo del doctor Eusebio Figueroa) por homicidio en daño del licenciado León Fernández. El primer hecho ocurrió a temprana hora del día once de agosto de mil ochocientos ochenta y tres, Y el segundo tres años y unos meses después, el tres de enero de mil ochocientos ochenta y siete.