Abstract
Uno de los quehaceres públicos más expuestos y generadores de corrupción yace en la tramitología de los procedimientos de contratación pública. De rango constitucional, el derecho de la contratación administrativa se fundamenta en una serie de principios, siendo de los más importantes los de transparencia, rendición de cuentas, eficiencia y eficacia. Sin duda, la aplicación de ciertos principios debería paliar en buena medida la comisión de actos irregulares, sea éstos de carácter legal y/o de probidad. La corrupción es un fenómeno presente en las compras estatales; de ello deriva la existencia riesgos evidentes en áreas puntuales; tales áreas deben conocerse con el objeto de tomar medidas preventivas. Tramitar al amparo de principios superiores las compras estatales potencia la no generación de ese "caldo de cultivo" propio de la corrupción; entre más eficiencia, eficacia, rendición de cuentas y transparencia, menores posibilidades de cometer actos contrarios a lo debido por el servidor estatal y privado.Comments
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