Resumen
La legitimación de la justicia de un país se basa en la independencia de la judicatura, que surge de la consolidación del Estado Derecho, es decir de que el poder político se subordine a las normas para que estas lo regulen. Los/as funcionarios/as asumimos una división de funciones, en donde el crear, aplicar y ejecutar la ley, son actos separados, regidos por principios esenciales como los de legalidad (la judicatura está sometida al Ordenamiento Jurídico, sin que pueda hacer nada que previamente no le haya sido autorizado), independencia (no estamos subyugados a otros intereses) e imparcialidad, que permite que la ciudadanía deposite su confianza en un tercero, sin interés en el asunto sobre el que se pronuncia.