Resumen
El cáncer de pulmón de células no pequeñas o no microcíticas corresponde al tipo más común a nivel mundial para este órgano, representando aproximadamente el 85% de todos los casos. Los tratamientos clásicos son cirugía, radioterapia y quimioterapia. Para que estas estrategias sean efectivas, es necesario diagnosticar la enfermedad en etapas tempranas, lo cual es un problema, debido a que en alrededor del 70% de los pacientes la patología se detecta en fases avanzadas. Se ha visto que la calidad de vida para estas personas ha mejorado considerablemente gracias a terapias más específicas como la inmunoterapia. Las opciones incluyen inmunoterapia pasiva y activa. La pasiva se enfoca en la administración de anticuerpos monoclonales que actúan directamente sobre proteínas cancerígenas (factor de crecimiento endotelial vascular y receptor del factor de crecimiento epidérmico), mientras que la activa va dirigida a las vías de los receptores PD-1/PD-L1 y CTLA-4, consideradas puntos de control del sistema inmune. Hasta el día de hoy, se han aprobado tratamientos contra este cáncer mediante mecanismos de acción de inmunoterapia activa. Ellos son pembrolizumab, nivolumab, atezolizumab, durvalumab, ipilimumab y cemiplimab. Además, existen otras alternativas que se encuentran en fase de investigación, las cuales a futuro podrían considerarse parte de las estrategias terapéuticas contra esta enfermedad.