Abstract
Se estudió un brote de intoxicación paralítica por mariscos (IPM) que afectó varias poblaciones humanas de la Costa Pacífica de Costa Rica, en octubre de 1989. El cuadro clínico en adultos consistió en adormecimiento de brazos, cara y piernas, 30 a 45 minutos después de ingerir moluscos crudos. El cuadro se acampanó de dificultad o incapacidad para caminar (parálisis) y síntomas respiratorios y neurológicos durante varios días. El principal transvector fue el "ostión vaca" (Spondylus calcifer) el cual contenía en su intestino grandes cantidades de Pyrodinium bahamense. Por inoculación de ratones blancos se demostró una toxina en preparaciones crudas y filtradas de intestino, músculo, manto y hepatopáncreas del ostión vaca y, en menor grado, de "navajas" (Tagelus sp.). El efecto de la toxina fue inmediato, y consitió en parálisis seguida de muerte por asfixia. La toxina es resistente al calor y no ocasiona alteraciones en la apariencia y características organolépticas de los tejidos del molusco. No se demostró toxina en "pianguas" (Anadara tuberculosa) ni en camarones peneidos. Se recomienda establecer un sistema de vigilancia de la marea roja, el examen periódico de mariscos en esa época, la educación del personal a cargo de la pesca y comercialización de moluscos, y la educación de la comunidad y personal de salud para reconocer los casos leves y moderadosComments
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Copyright (c) 1990 Revista de Biología Tropical
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