Resumen
En este artículo se analizan diferentes elementos valorativos y actitudinales del trabajo docente como labor altamente compleja por la diversidad de variables que se relacionan con él: instituciones, profesionales, personales y de relación profesor-alumno. Se estudia la docencia universitaria como la participación del docente en el acto educativo mediante su praxis, donde los elementos de su personalidad influyen en forma directa de acuerdo con los principios de aprendizaje social. Se resalta la figura de un docente que posea rasgos de personalidad "sana" que lo lleve a planear la enseñanza, mediante la investigación y la acción social, en la que manifieste humanismo con miras al enfrentamiento del cambio social, político y científico acelerado que experimentamos en nuestros días; situación que requiere de carácterísticas personales del docente como son el espíritu investigativo, el sano juicio, el compromiso social, el diálogo, el respeto y la criticidad, fundamentalmente.
La perspectiva humanista de la docencia y del docente al que se refiere este estudio propicia la creación de aspectos culturales positivos para la transformación de la realidad, mediante la criticidad, la apertura y la visión de un mundo cambiante por parte del docente universitario. Docencia y docente son dos elementos inseparables que deben propiciar el bien común para al sociedad y el individuo en un mundo de cambio.