Resumen
La endocarditis infecciosa afecta principalmente las válvulas cardiacas, produciendo una lesión primaria que se conoce como vegetación. El 50% de los pacientes con esta enfermedad, no poseen factores de riesgo asociados. Las manifestaciones clínicas son variables, entre ellas las más frecuentes son fiebre, anemia y el desarrollo de un nuevo soplo cardiaco o el agravamiento de uno antiguo. La evolución clínica de la endocarditis depende del microorganismo causal; usualmente la produce un Streptococcus spp. o Staphylococcus aureus. En la población adulta mayor e inmunodeficiente, el agente patógeno más común es el Streptococcus gallolyticus. Las complicaciones neurológicas, son las más comunes y graves de la endocarditis infecciosa; dentro de estas, el aneurisma micótico es una complicación que presenta una alta mortalidad del 60-80%. En el presente artículo, se discute el caso de un paciente joven y sin factores de riesgo asociados, que presentó una endocarditis infecciosa por Streptococcus gallolyticus y desarrolló un aneurisma micótico como complicación neurológica de esta.