Resumen
El artículo enfoca al estudiante como centro del proceso educativo en lengua extranjera y a la evaluación-investigación como medio para estimular a los y las estudiantes a construir y empoderar su propio aprendizaje. Se analiza brevemente el papel de los métodos y técnicas de evaluación tradicional para llegar a la conclusión de que éstos sirven a la función de transmisión de información pero, por su naturaleza excluyente, dejan de lado procesos más importantes que se deben gestar al interno de la escuela para apoyar cualquier aprendizaje significativo.
Los métodos y técnicas de evaluación-investigación se deben articular con las características de cada estudiante (las diferentes formas en que aprende y percibe el mundo, el bagaje cultural y lingü.stico, el género), con el campo de estudio (tanto contenidos preestablecidos de la enseñanza de la lengua, como el aporte que hacen las disciplinas como la lingü.stica, la sociolingü.stica, las psicolingü.stica, la pedagogía, la didáctica) y con la realidad socio-histórica (los grandes retos que demandan de la educación la democracia, la libertad, la equidad, la justicia).