Revista de Biología Tropical ISSN Impreso: 0034-7744 ISSN electrónico: 2215-2075

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Tripanosomiasis rangeli
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Zeledón, R. (1954). Tripanosomiasis rangeli. Revista De Biología Tropical, 2(2), 231–268. https://doi.org/10.15517/rev.biol.trop.1954.28828

Resumen

El autor hace una revisión cronológica completa de la literatura sobre el Trypansoma rangeli Tejera, 1920 y la nueva tripanosomiasis neotropical, dividiéndola convenientemente en capítulos para una mejor comprensión y ex­ posición del asunto.

Son hechos además los comentarios y las críticas que a juicio del autor cada trabajo sugiere, tratándoic de poner orden en los conocimientos actuales so­bre el tema, aportados principalmente por los investigadores de Venezuela, Guatemala y Colombia, países en donde se han reportado los casos humanos.

En cuanto a los tripanosomas semejantes en varios aspectos al T. rangeli y aislados de algunos animales en la Guayana Francesa, se llama la atención para el T. cebus Floch & Abonnenc, 1949, que realmente no presenta diferencias fundamentales con aquel tripa nos ama humano, a pesar de que su estudio fue incompleto, por lo que podría considerarse su sinónimo. Además, se lanza la hipótesis de que el huésped vertebrado natural del T. rangeli sea un mono americano.

Referente al flagelado encontrado una vez en Chile en insectos triató­minos, no puede considerarse por ahora como T. rangeli, y en opinión del autor el caso humano reportada en la Argentina no debe tomarse en cuenta puesto que no fue debidamente documentado, dejando dudas de interpretación.

El asunto del T. ariarii Groot, Renjifo & Uribe. 1951, es abordado am­pliamente demostrándose que no han existido razones de peso para considerarlo como nueva especie y las diferencias que los autores pretendían encontrar eran enteramente aparentes.

Como ya señalamos, recientemente el mismo GROOT ha llegado a la conclusión de que T. rangeli y T. ariarii son una misma cosa, al descubrir un ciclo anterior para el primero, ahora confirmado por nosotros.

También se llama la atención sobre la incapacidad del T. lewisi, que ya fue encontrado una vez parasitando al hombre de evolucionar en el intestino de Rhodnius prolixus, alejándose así lar hipótesis de cualquier semejanza con el T. rangeli.

De la literatura se desprende que el T. rangeli por el momento, no se muestra patógeno para el hombre y que los casos humanos se caracterizan Por una persistencia del tripanosoma en la circulación y en número muy escaso. En la segunda parte del trabajo, son presentados algunos datos expe­rimentales obtenidos con la cepa "ariarii" de Groot y col. y con el T. rangeli de origen venezolano.

Con la muestra "ariarii" se inocularon ratas y ratones recién nacidos y solamente en uno de cada uno de esos animales se descubrió infección por exa­men a fresco sugiriéndose una pérdida de virulencia del tripanosoma. por su conservación "in vitro".

Con el T. rangeli de Venezuela fueron realizadas varias experiencias. Son inoculados R. prolixus en la cavidad general y se observa la evolución del flagelado en diversos períodos, sugiriéndose que el protozoario se comporta en forma semejante a como lo hace en los cultivos artificiales. Las formas de cri­tidias encontradas dentro de los fagocitos de la hemolinfa no son consideradas como viables.

Al hacer la disección de los insectos inoculados, tiempo después de ha­berse establecido la infección, se pudo demostrar la ulterior reproducción que el protozoario lleva a cabo el las glándulas salivares de los mismos, tal y como había sido demostrado primero por GROOT y col. con la muestra "ariarii" en Colombia. Se piensa que a partir de esas formas glandulares se siguen dando nuevas infecciones hemolinfáticas. Basado en un trabajo de WIGGLESWORTH el autor encuentra una estrecha relación entre el pigmento hematínico almacenado en las glándulas salivares del R. prolixus y la evolución del T. rangeli en aquel lugar.

Por último son inoculados varios animales (ratones, ratas, monos Cebus, perros y cobayos) con hemolinfa de insectos y con cultivos de T. rangeli sin lograr demostrar infección ni por examen a fresco (ratones y ratas) y ni por este método y xenodiagnóstico (monos, perros, cobayos ) en ninguno de ellos Se demuestra así una vez más las dificultades que se tienen para obtener la forma sanguínea de este tripanosoma. Cómo factores fundamentales en el caso de los cultivos y que contribuyen al fracaso de las inoculaciones, pueden men­cionarse la edad de los mismos (número de repiques) y el medio usado, ade­más de los inherentes a la biología y fisiología de algunos Trypanosomidae.

https://doi.org/10.15517/rev.biol.trop.1954.28828
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