Abstract
Hemos notado últimamente como se producen una serie de invitaciones, de hecho bastante
particulares, a participar de coloquios, foros, seminarios y demás espacios, con la finalidad de
llevar a cabo un concienzudo debate sobre los 200 años de la independencia latinoamericana.
Nos alegra saber que se estén planteando actualmente este tipo de debates, mas nos cuestiona el
hecho de recaer en ese eterno retorno de seguir siendo nominales ante los procesos solo cuando
están de moda. Verbo y gracia de ello, es lo que ocurrido para el 2001 en nuestro país, con la
conmemoración de los 150 años de la abolición de la esclavitud, donde los más respetados
academicistas escribieron profusos artículos y utilizaron toda clases de encuentros intelectuales
para abordar la temática. Innegable los avances que se lograron, lastima que solo fuera tomada
como la moda intelectual del momento, y que no alcanzara a generar un verdadero proceso de
cambio dentro de la comunidad afro descendiente.
Sin el animo de hacerle el juego a la moda intelectual nos sumamos a la importancia del estudio
serio, crítico y propositivo del fenómeno independentista latinoamericano, pero nos parece que
deberíamos emprender ese largo trasegar del conocimiento partiendo del cuestionamiento ¿200
años de independencia?, ¿de qué independencia debemos hablamos?