Abstract
El síndrome del autismo como tal no es nuevo, aunque fue descrito y agrupado por primera vez en 1943 por Leo Kanner bajo una sintomatología específica. Las personas autistas posiblemente han existido siempre, dada su etiología eminentemente orgánica (Polaino, 1982).
En 1799, Jean Itard (pedagogo dedicado a la enseñanza y rehabilitación de sordos y personas con discapacidad mental), se hizo cargo de un niño que vagaba en estado salvaje en los campos de Aveyron, región francesa, cuya descripción nos hace pensar que se trataba de un niño autista (Itard, 1801) Los reporte señalaban que sus sentidos se encontraban aflojados, no fijaba la mirada, la que pasaba constantemente de un objeto a otro. El ruido no parecía afectarle y el lenguaje se manifestaba únicamente por sonidos guturales, estaba desprovista de toda aptitud imitativa y de todo recurso comunicativo (Itard, p 13-14).
Las características apuntadas anteriormente, nos describen en términos generales a un niño autista.