Abstract
El origen y la evolución de vida en el Planeta han estado íntimamente ligados al clima, de manera que sus variaciones influyen en forma notable, sobre todos los seres que lo habitan. El clima terrestre, dependiente directo de ciertos factores atmosféricos, ha permanecido estable durante mucho tiempo, pero pruebas recopiladas, casi todas en los últimos años, revelan que algunas actividades humanas están alterando las condiciones climáticas necesarias para la existencia de los organismos vivos.