Resumen
El artículo propuesto ofrece un recorrido crítico por diferentes formas que toma la razón evaluadora y sus presupuestos en la órbita de ciertos planteos filosóficos de la educación que no solo afectan a estudiantes sino también a docentes. Se tomarán discursos filosófico-educativos en los que se aborde la cuestión de la evaluación y los elementos que contribuyen a fortalecerla, expandirla y naturalizarla, al tiempo que ofreceremos contraposiciones que permitan interrumpir la sinonimia que la modernidad/colonialidad instaló entre educación y evaluación. Interesa mostrar así la potencia del estar docente frente a la ontología profesoral que reduce el hacer de enseñantes a políticas del empequeñecimiento, a lógicas aprobatorias/des-aprobatorias que siembran mercantilismo pedagógico y despojan de alteridad ética-política a la educación. En este sentido, será fundamental prestar atención a ciertas relaciones entre la confesión y la auto-evaluación, así como entre el auto-enjuiciamiento y la responsabilidad neoliberal que, en este marco, cumplen funciones claves.