Resumen
Los procesos de conquista que se han dado a lo largo de la historia de la humanidad se han valido de diversos tipos de armas (espadas, pólvora, tanques, bombas atómicas, etc.) para alcanzar sus objetivos. Sin embargo, la conquista española fue un tanto diferente ya que utilizó en conjunto con las armas tradicionales, una arma muy poco común: el teatro.
Las manifestaciones artísticas siempre se han destacado por “fusionarse” en etapas que se consideran “zonas híbridas” como lo señala Robert Richard. En este sentido, tanto las influencias y corrientes europeas e indígenas han presentado el mismo suceso, no sólo a partir del siglo XVI sino durante un proceso permanente se puede vincular y considerar cómo es que el teatro fue una herramienta fundamental para el desarrollo de una parte de la conformación de lo que hoy conocemos como las Américas, una región llena de transiciones.
En el caso específico de México, la conquista europea produjo diversos movimientos a partir del fenómeno teatral que sirvió a los españoles como un vehículo de transmisión de ideas, conceptos, valores e inclusive religión. El teatro entendido como re-presentación(es) de la(s) realidad(es) entre Europa y las Américas.