Resumo
El objetivo de este texto es generar conocimiento sobre un tema inexplorado en Uruguay: el modelo de supervisión escolar. Uruguay es un país unitario en el que el Estado ha preservado principalmente un tipo de administración burocrática, en el sentido weberiano del término. En el pasado el país logró un “desarrollo educativo avanzado”, pero hoy muestra indicadores preocupantes. A pesar de ser actores fuertes en el sistema, los supervisores han desempeñado un papel débil en el cambio educativo.
Este es un estudio de caso descriptivo y cualitativo basado en análisis documental de dos fuentes primarias prácticamente inexplotadas: primero; normas institucionales, informes y resoluciones emitidas por el gobierno educativo durante las últimas décadas; segundo; los protocolos aplicados por los inspectores en su trabajo diario.
Basado en los principales modelos teóricos de supervisión escolar, el documento caracteriza el caso uruguayo respecto a la organización, el papel y las funciones de supervisión, sus instrumentos de monitoreo y la responsabilidad de los maestros y las escuelas. Los resultados indican que el modelo de supervisión corresponde al tipo “jerárquico tradicional”, con similitudes con el caso francés. La función de los inspectores está claramente regulada y su función prioriza el control, la supervisión y la evaluación docente. A diferencia de países como Finlandia, la Inspección no recurre a la autoevaluación de maestros y escuelas. La evaluación del sistema en su conjunto es externa y las pruebas estandarizadas se aplican periódicamente, pero sus resultados no son públicos y no afectan a las escuelas (como en el Reino Unido o Finlandia).